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miércoles, 31 de octubre de 2018

caso clinico xxx

1º Parte: Presentación del caso

Este caso clínico será presentado en 3 entregas semanales para abrir espacio al debate en el sector COMENTARIOS.

Enfermedad actual:
Varón de 58 años, consulta por cuadro de 1 mes de evolución caracterizado por dolor abdominal epigástrico de tipo continuo, con exacerbaciones cólicas, e irradiación difusa con predominio en hipocondrio derecho, de aparición postprandial, que aumenta insidiosamente de intensidad 7/10. Se acompaña de distensión abdominal progresiva, náuseas, hiporexia, saciedad precoz y pérdida de peso (10 kg aproximadamente) del mismo tiempo de evolución.
Antecedentes personales:
• Hipertensión arterial diagnosticada hace 2 años en tratamiento con enalapril 10 mg/día.
• Apendicectomía 3 años previos.
• Fractura de arcada cigomática izquierda hace 4 años como consecuencia a un accidente en la vía pública. Como secuela presenta midriasis ocular izquierda, hiporreactiva.
• Hábitos:
- Consumo ocasional de alcohol.
- Niega tabaquismo y consumo de drogas.
Antecedentes familiares:
• Padre: Fallecido. Cirrosis alcohólica.
• Madre: Viva. Colecistectomizada.
• 6 Hermanos: Vivos. Hipertensos.
• 2 Hijos: Sanos.
Examen físico:
Impresiona moderadamente enfermo. Paciente vigil, orientado en tiempo, espacio y persona. Decúbito indiferente.

Signos vitales
:
PA: 140/80 mmHg,
FC: 92 lpm,
FR: 18 rpm,
Tº: 36.1 ºC.
Sat: 96% (FiO2 0,21%).

Talla: 
1,63 m. Peso: 65 kg.

Piel y faneras: Palidez cutáneo mucosa generalizada.

Cabeza y cuello
: Normocéfalo, cabello bien implantado. Conjuntivas rosadas, escleras blancas. Pupilas hiporreactivas, con midriasis izquierda. Movimientos oculares extrínsecos completos. Agudeza visual conservada. Campo visual por confrontación conservado. Puntos sinusales negativos. Fosas nasales permeables sin secreciones. Conducto auditivo externo permeable, sin secreciones ni otorragia. Trago negativo. Cavidad oral con piezas dentarias incompletas y prótesis dentaria, en regular estado. Lengua central y móvil. Orofaringe rosada, sin lesiones. Mucosas semihúmedas. Ganglios submaxilares palpables, no megálicos, indoloros. Cuello cilíndrico, simétrico. Adenopatías cervicales anteriores superiores palpables e indoloras. No palpo tiroides. Ingurgitación yugular 2/6 con colapso inspiratorio completo. Pulsos carotídeos simétricos, sin soplos.

Tórax
: Diámetro antero-posterior conservado, sin cicatrices. Columna sonora, sin desviaciones, indolora.

Ap. cardiovascular:
 No observo latidos patológicos. No palpo frémito. R1-R2 normofonéticos. Ritmo regular. No ausculto soplos ni R3-R4.

Ap. Respiratorio
: Respiración costo-abdominal, sin tiraje ni reclutamiento. Expansión de bases y vértices conservada. Vibraciones vocales conservadas. Sonoridad conservada, excursión de bases conservada. Murmullo vesicular disminuidos en ambas bases.

Abdomen:
 Levemente distendido. Blando, depresible, levemente doloroso a la palpación profunda con predominio en fosa ilíaca izquierda, sin defensa ni descompresión. No palpo hígado ni bazo. Timpanismo conservado. Matidez en flancos desplazable. Ruidos hidroaéreos aumentados. No ausculto soplo. Puñopercusión bilateral negativa.

Neurológico
: Funciones superiores conservadas. Sin signos meníngeos. Pares craneales conservados. Sensibilidad y motilidad conservadas. Reflejos osteotendinosos simétricos. Marcha y equilibrio conservados. Respuesta plantar flexora bilateral. Sin flapping ni rueda dentada.

Miembros:
 Tono, fuerza, trofismo y temperatura conservados. Pulsos distales conservados. Edema Godet + inframaleolar bilateral. Signos de Homans y Ollow negativos.

Examen genital: Pene sin lesiones ni secreciones. Testículos en bolsa. Se palpa a nivel testicular izquierdo superficie irregular e induración en polo inferior indolora.
Examenes complementarios al ingreso:

Laboratorio de ingreso

Electrocardiograma:
Ritmo sinusal,
regular.
FC: 75 lpm.
PR: 0.16 seg.
QRS: 0.08 seg.
QT 0.32 seg.
AQRS + 20°.
Orina completa:
Amarilla
Límpida
pH:5
Densidad: 1014 – 6
leucocitos/cpo – 2 células epiteliales / cpo.
Índices urinarios: Sodio: 64 mEq/L. Potasio: 40 mEq/L. Cloro: 57.6 mEq/L. Urea: 1846.7 mg/dL. Creatinina: 153.47 mg/dL. .
Perfil lipídico:
Colesterol total: 142 mg/dL.
HDL: 48 mg/dL.
LDL: 78 mg/dL.
Triglicéridos: 82 mg/dL.
Serologías:
HIV-VHB-VHC : no reactivas.
Radiografía de tórax frente y perfil: Índice cardiotorácico conservado.
Sin infiltrados pleuroparenquimatosos.
Fondos de sacos costofrénicos libres. (Imagen 1 y 2).
Imágenes 1 y 2: Radiografía de tórax frente y perfil: Índice cardiotorácico conservado. Sin infiltrados pleuroparenquimatosos. Fondos de sacos costofrénicos libres.
Radiografía de abdomen: Radiopacidad generalizada. Marco colónico dilatado. Impresiona nivel hidroáereo en proyección del ángulo esplénico del colon. (Imagen 3)
Imagen 3: Radiografía de abdomen frente de pie: Se observa radiopacidad generalizada. Marco colónico dilatado. Impresiona nivel hidroáereo en proyección del ángulo esplénico del colon.
Ecografía abdominal (Día 1): Hígado de forma y ecoestructura conservada, tamaño normal. Sin lesiones netas. Vesícula completamente ocupada por contenido ecogénico que no modifica características con cambios posicionales. Vía Biliar con calibre conservado. Páncreas de contorno irregular. Se observa cuerpo y cola con tamaño aumentado. Conducto de Wirsung de 4 mm. Bazo sin esplenomegalia. Riñones: ambos con ecogenicidad aumentada y con moderada dilatación pielocalicial. Moderada cantidad de líquido en cavidad abdominal.

TAC de abdomen y pelvis con contraste (Día 2):
 Abundante ascitis con extensión hacia la transcavidad de los epiplones. Hígado de pequeño tamaño siendo de forma, tamaño y situaciones habituales, con discreto trastorno perfusional post contraste endovenoso (Imagen 4). Se observa ausencia de flujo en la vena porta a nivel de su segmento inicial, con imagen de defecto de relleno central, con característica de trombosis crónica, identificándose en su topografía la presencia de estructuras vasculares con repermeabilización de la misma a nivel proximal, observándose además trombosis de la vena mesentérica superior y de la vena esplénica, con flujo laminar periférico excéntrico.
Esto se acompaña de presencia de un tejido de aspecto infiltrativo, sólido, hipovascular, a nivel retroperitoneal, que engloba a la glándula adrenal izquierda y contacte con la curvatura mayor gástrica, determinando un discreto engrosamiento parietal, contacta con la crura diafragmática izquierda, engloba al tronco celíaco y la arteria mesentérica superior, comprime y desplaza el cuerpo pancreático en el sentido anterior (Imágenes 5 y 6), asociado a discreto aumento de la densidad grasa del espacio pararrenal anterior que se acompaña además de dilatación de la vía excretora proximal, sin lograr demostrarse compromiso por infiltración de los uréteres. Se observa un franco retardo de la excreción por medio del contraste renal bilateral lo cual sugiere la afectación funcional de los mismos (Imágenes 7 y 8).
Franco retardo en la eliminación del contraste en la vía de excretora izquierda. Se identifica además un engrosamiento parietal a nivel de la vejiga, en localización posterior y lateral izquierda, de aspecto regular, hipovascular, con un espesor parietal máximo de 16 mm, asociado a una alteración de la grasa paravesical izquierda. Páncreas de características normales. Wirsung de calibre conservado. Edema parietal submucoso a nivel del estómago, fundamentalmente en la región antral, identificándose además una imagen de aspecto tabicada quística, adyacente al ciego, que se interpreta como una adherencia. Prostata y vesículas seminales normales.
Imagen 4: Tomografía de Abdomen: Se observa ascitis e hígado disminuido de tamaño.
Imágenes 5 y 6: Tomografía de Abdomen: Se observa tejido de aspecto infiltrativo, sólido, hipovascular, a nivel retroperitoneal.
Imágenes 7 y 8: Tomografía de Abdomen y Pelvis: Se observa dilatación y compresión de vías urinarias. Aorta con calcificaciones parietales.
Citofisicoquímico de líquido ascítico (día 3):
Amarillento, levemente opalescente.
Glucosa: 1.16 g/L. Proteínas: 1.46 g/L. Albúmina: 1.14 g/L. Colesterol total: 24 mg/dL. TGD: 23 mg/dL. Ácido úrico: 4.7 mg/dL. Colinesterasa: 919 UI/L. Amilasa: 156 UI/L. LDH: 114 UI/L. Bilirrubina total: 0.07 mg/dL. Bilirrubina indirecta: 0.01 mg/dL. pH 7.51. Reacción de Rivalta: +. Elementos 76/mm3.
Cultivo de líquido ascítico (día 3): sin aislamiento microbiológico.
Citología de líquido ascítico (día 3): negativo para células neoplásicas.

Marcadores tumorales (dia 4):
- CA 19.9: 3.5 U/ml (0.6- 39 U/ml)
- AFP (Alfafetoproteína): 3.8 ng/ml (0.7- 7.1 ng/ml)
- Sub β- GCH (Subunidad Beta de la Gonadotrofina Coriónica Humana): menor 1 mUI/ml.

Ecografía testicular (día 6): Testículo izquierdo: forma, tamaño y contornos conservados. Parénquima homogéneo. Epidídimo de características ecográficas conservadas. No se observa varicocele ni hidrocele. Se observa moderado varicocele. Testículo derecho: Presenta forma, tamaño y contornos conservados. Parénquima homogéneo. Epidídimo engrosado ecogénico con dos colecciones líquidas, anecoicas, de 7 y 5 mm.
Ecografía renovesical (día 6) : Ambos riñones con situación, tamaño y morfología normal. Sin imágenes de ltiasis. Moderada ectasia pielocalicial bilateral sin disminución del espesor cortical.
2º Parte: Evolución
Tras el hallazgo tomográfico de trombosis en la vena porta, mesentérica superior y esplénica se indica anticoagulación con enoxaparina.
Al descartarse proceso infeccioso asociado y sin evidencias de otra causa identificable del cuadro abdominal se comienza tratamiento con Prednisona 1 mg/Kg por diagnóstico presuntivo de fibrosis retroperitoneal.
El 12do día de internación presenta episodios de melena con caída del hematocrito. Se realiza transfusión de glóbulos rojos, plasma fresco congelado y se suspende la anticoagulación. Se procede a la realización de estudio endoscópico:

Videoendoscopía digestiva alta: (día 12): Esófago: cambio mucoso a 40 cm del ADS. Se observan cordones varicosos que desaparecen con la insuflación. A nivel de cambio mucoso, en hora 5, se observa una erosión menor de 5 mm.
Estómago: abundante edema de mucosa gástrica que distorsiona la normal anatomía y dificulta la correcta insuflación de la cavidad gástrica. A nivel de curvatura menor se observa una lesión ulcerosa de unos 20 mm, con fondo fibrinoso y edema perilesional.
Duodeno: duodenitis erosiva.
Conclusión: Esofagitis grado A. Várices esofágicas grado I. Ulcera gástrica Forrest III. Abundante edema gástrico (Imagen 9).



Imagen 9: Videoendoscopia digestiva alta: Se observa úlcera gástrica Forrest III. Abundante edema gástrico.

El paciente evoluciona estable hemodinámicamente. Sin nuevos signos de sangrado. Por lo que se continúa con su estudio.
Cistoscopia (día 18): Se observa mucosa de aspecto normal. Se obtienen muestras para biopsia sin alteraciones al examen anatomopatológico.
Colonoscopia virtual (día 19): Se observa engrosamiento parietal circunferencial, difuso del recto, en su unión con colon sigmoides que presenta escasa distensión en posición prono.
Engrosamiento difuso de la pared posterior y lateral de la vejiga.
Videocolonoscopia: (día 21): A 20 cm del margen anal se observa zona de retracción e imagen de compresión extrínseca (recto superior) (Imagen 10). Hemorroides internas.
Imagen 10:



Imagen 10: Videocolonoscopia: Se observa zona de retracción e imagen de compresión extrínseca en recto superior.
3º Parte: Discusión y resolución
 
Presentación: Dra. Pamela Dip (1).
Discusión: Dr. Matías Cúneo (1).
Anatomía Patológica: Dr. Martín Mondino (2). Dra. Susana Marquez (2), Dra. Ana Lía Nocito (2).

1) Primera Cátedra de Clínica Médica. Facultad de Ciencias Médicas. Universidad Nacional de Rosario; Servicio de Clínica Médica. Hospital provincial Centenario. Rosario. Santa Fe. Argentina. 2) Cátedra de Anatomía y Fisiología Patológica. Facultad de Ciencias Médicas. Universidad Nacional de Rosario.


3º Parte: Discusión y resolución:

Discusión del caso clínico:
Estamos frente al caso de un paciente varón de 58 años sin antecedentes de jerarquía, que consulta por cuadro de un mes de evolución caracterizado por dolor y distensión abdominal, hiporexia, nauseas, vómitos y pérdida de peso. Presentando al ingreso insuficiencia renal, ascitis y sospecha, por imágenes compatibles, de fibrosis retroperitoneal.
Objetivos:
• Replantear el diagnóstico de fibrosis retroperitoneal. Evaluar sus probables causas, metodología diagnóstica y tratamiento.
• Evaluar manifestaciones de la hipertensión portal prehepática y su relación con la ascitis.
• Interpretar la trombosis venosa del eje espleno-porto- mesentérica, evaluar causas, metodología diagnóstica y tratamiento.
• Discutir la necesidad de tratamiento anticoagulante y su momento de inicio.
La fibrosis retroperitoneal es una rara enfermedad que se caracteriza por fibrosis de los tejidos retroperitoneales, con una incidencia 1 caso por 100000 habitantes, siendo más frecuente en el sexo masculino con una relación 2/1, presentándose generalmente entre la quinta y sexta década de la vida.
Según la etiología se pueden clasificar en idiopáticas, conocidas también como enfermedad de Albarran-Ormond quien fue el primero que describió la enfermedad en 1905, que suponen el 70 por ciento de las causas, y las secundarias.

Entre las secundarias encontramos múltiples causas, entre ellas:
Drogas: derivados ergotamínicos, metisergida, bromocriptina, betabloqueantes, metildopa, hidrazalasina y AINES; infecciones principalmente tuberculosis, histoplasmosis y actinomicosis; neoplasias como sarcomas, seminomas, cáncer de ovario, linfomas de hodking no hodking, cáncer de estómago, próstata y mama, entre otros; procedimientos quirúrgicos abdominales y radioterapia.
A su vez, existe relación entre esta entidad y enfermedades autoinmunes como tiroiditis, vasculitis de mediano y pequeños vasos, espondilitis anquilosante, LES, artritis reumatoidea, glomerulonefritis asociadas a ANCA, cirrosis biliar primaria y colangitis esclerosante primaria.

Las manifestaciones clínicas varían según la etapa de presentación. En una etapa inicial suele presentar síntomas inespecíficos caracterizados por dolor abdominal, lumbar que suelen acentuarse e incrementarse con el tiempo. Otros síntomas no específicos incluyen pérdida de peso, malestar general, anorexia, claudicación, edema y hematuria. Pueden presentar síntomas secundarios a la compresión de los árboles vasculares, caracterizado por trombosis venosa profunda secundaria a obstrucción de la vena cava o venas iliacas además de isquemia intestinal debida a la compresión de vasos mesentéricos.
En etapa avanzada se puede presentar obstrucción uretral progresiva que suele evolucionar a la oliguria y la falla renal obstructiva como puede evidenciarse en las imágenes de nuestro caso.
Las alteraciones analíticas se caracterizan por aumento de los reactantes de fase aguda VES y PCR, y en un 60 por ciento suelen presentar anticuerpos antinucleares positivos.
En cuanto al estudio por imágenes, la ecografía muestra inicialmente dilatación ureteral con una masa periaórtica.

La tomografía computada (TC) es el estudio de elección, permite visualizar el grado de fibrosis y para evaluar la presencia de adenopatías y tumores. Cuando la fibrosis es de causa idiopática suele observarse una placa homogénea que envuelve a los vasos abdominales y a los órganos retroperitoneales. Cuando la masa es de causa maligna, suele desplazar a la aorta hacia adelante (signo de la aorta flotante) alejándola de la columna vertebral y lateralizar los uréteres.

Con respecto a la realización de biopsia en casos de sospecha de fibrosis retroperitoneal, no hay indicaciones precisas de su realización para confirmar el diagnóstico o descartar malignidad. Solo sería obligatoria si la localización de la masa es atípica, si la clínica o hallazgos radiológicos sugieren la presencia de una neoplasia o infección subyacente, o bien, si no presenta buena respuesta al tratamiento médico instaurado.
Nuestro paciente presenta manifestaciones clínicas compatibles con cuadros de fibrosis retroperitoneal en etapas avanzadas, presentando imágenes compatibles por medio de tomografía por lo cual considero a la fibrosis peritoneal como diagnóstico probable. La etiología de la misma fue considerada en primer lugar como idiopática, ya que presenta alteraciones analíticas caracterizada por leve aumentos de los reactantes de fase aguda, presenta imágenes compatible con lesiones de causa idiopática, no hay evidencia clínica, analítica e imagenológica de causas tumorales o infecciosas, no tiene antecedentes quirúrgicos abdominales o retroperitoneales y no consume ni consumió fármacos que puedan desarrollar este tipo de patología. En primera instancia la biopsia retroperitoneal estaría desaconsejada ya que no presenta evidencia clínica, analítica e imagenológica de un proceso infeccioso o neoplásico alguno.

Respecto a tratamiento, tiene 3 objetivos:
• Disminuir la obstrucción
• Detener el proceso fibrótico
• Evitar recaídas/recidivas

El pilar de tratamiento son los corticoides, considerándose que el 90% van a mejorar y su respuesta es relativamente rápida (semanas). Al ser una enfermedad poco frecuente no existen muchos trabajos y por lo tanto buen nivel de evidencia acerca de con qué tratar y cuánto tiempo.
Se recomienda el tratamiento con corticoides a dosis inmunosupresora por un periodo de tiempo de 8 meses. En caso de no presentar respuesta al tratamiento médico inicial se puede realizar tratamiento médico con corticoides e inmunosupresores como mofetil micofenolato por un periodo de tiempo de 24 meses.
Finalizaría estudios imagenológicos, incluyendo videocolonoscopia y cistoscopia para descartar malignidad de dichos sitios.

Sabemos que la hipertensión portal se define por un gradiente de presión venosa hepática (GPVH) mayor de 5 mmHg. Generalmente es causada por un aumento en la resistencia en el lecho vascular porta-hepático debido a la obstrucción al flujo, que está relacionada con la cirrosis en la gran mayoría de los pacientes. Sin embargo, una variedad de trastornos pueden causar hipertensión portal en ausencia de cirrosis, una condición conocida como "hipertensión portal no cirrótica."

La hipertensión portal se ha categorizado como prehepática, intrahepática, o poshepática basado en el sitio de la obstrucción al flujo sanguíneo. Las causas de la hipertensión portal intrahepática se han subdividido adicionalmente como presinusoidal, sinusoidal, o postsinusoidal sobre la base de la ubicación de la obstrucción del flujo de sangre portal en el hígado. La hipertensión portal presinusoidal es causada por la obstrucción al flujo a través del sistema venoso portal en la porción extrahepática de la vena porta (hipertensión portal extrahepática presinusoidal) o en el nivel de ramificaciones de la vena porta en el hígado (hipertensión portal intrahepática presinusoidal).

La etiología de la misma no está bien definida. Las causas que se asocian suelen ser estados de hipercoaguladibilidad por déficit del factor v de Leiden, déficit de proteína C, hiperhomocisteinemia, pancreatitis, hepatocarcinoma, cirrosis, síndrome mieloproliferativos, fibrosis retroperitoneal.
Las manifestaciones clínicas se pueden presentar mediante varices esofágicas o gástricas generalmente cuando la trombosis portal es crónica.
La esplenomegalia se presenta en el 50 por ciento de los pacientes con trombosis portal crónica.
La ascitis puede estar presente en aproximadamente el 10 por ciento de los pacientes, particularmente después de la hemorragia gastrointestinal en el que la reanimación con líquidos masiva puede conducir a hipoalbuminemia dilucional aguda.

Con respecto a las alteraciones analíticas hepáticas no suelen presentar grandes alteraciones.
Retomando el caso de nuestro paciente, presenta causa claras de hipertensión portal de causa prehepatica producida por la trombosis portal secundaria a la fibrosis retroperitoneal. Quedando alejadas las causas de hipertensión portal de causa sinusoidal o postsinusoidal considerando que el paciente no tiene antecedentes de consumo alcohol, presenta serologías virales para virus hepatitis B y C negativas y no presenta alteraciones analíticas en el hepatograma ni evidencia imagenológicas de hepatopatía crónica.
El tratamiento médico, incluye medidas higiénico-dietéticas, tratamiento con betabloqueantes para prevenir el sangrado variceal y protección gástrica. El tratamiento anticoagulante será desarrollado más adelante.
La trombosis venosa del eje espleno-porto mesentérico es una entidad de muy baja frecuencia, responsable del 5 a 10 % de la isquemia mesentérica aguda, presentando entre sus complicaciones más frecuentes la isquemia e infarto intestinal.

Las causas de trombosis venosa mesentérica se deben, a estados de hipercoagulabilidad, hipertensión portal, infecciones abdominales, traumatismos abdominales cerrados, pancreatitis, esplenectomía, tumores malignos, fibrosis retroperitoneal. Entre las manifestaciones clínicas, suele presentar una clínica subaguda caracterizada por dolor abdominal, nauseas, vómitos, hiporexia y pérdida de peso y una clínica aguda caracterizada por sangrado digestivos, inestabilidad hemodinámica y traslocación bacteriana. El diagnóstico imagenológico se puede realizar mediante TC abdominal con contraste, con una sensibilidad del 90%, permitiendo ver imágenes con engrosamiento mucoso intestinal y falta de relleno a nivel vascular.
Volviendo al caso clínico, nuestro paciente tiene una causa evidente de trombosis venosa mesentérica dado por la fibrosis retroperitoneal, y a su vez presenta una clínica de característica subaguda. A nivel tomográfico se constatan imágenes de falta de relleno vascular. Considero apropiado el diagnóstico de trombosis venosa mesentérica secundaria a la fibrosis retroperitoneal.

El tratamiento de la trombosis venosa mesentérica y del eje espleno portal según guías de tratamiento anticoagulante, se recomiendan realizar tratamiento lo más precoz posible. La recomendación de la anticoagulación se basa en que la observación de la recanalización espontanea es casi nula. En contraste una canalización parcial o completa se observa en un 40% de los casos. El objetivo de la recanalización es evitar el desarrollo de hipertensión portal y sus complicaciones entre ellas isquemia e infarto intestinal y TEP.
Se debe realizar tratamiento anticoagulante con heparina sódica o heparina de bajo peso molecular por un tiempo de 3 semanas con posterior anticoagulación vía oral por un tiempo de 4 a 6 meses. Se recomienda evaluar nuevamente con imágenes para observar la presencia de recanalización.

Ahora, en nuestro paciente que tuvo hemorragia digestiva alta, ¿Es seguro realizar tratamiento anticoagulante?
Las contraindicaciones al tratamiento anticoagulante se pueden clasificar en dos grandes grupos:
Se consideran contraindicaciones absolutas aquellas en la cuales no se debe anticoagular por el grave riesgo hemorrágico existente o relativas aquellas situaciones en las cuales la anticoagulación va a depender, en cada paciente, de la balanza entre el riesgo tromboembólico y riesgo hemorrágico. En el caso de nuestro paciente presenta una causa clara que contraindica inicialmente continuar con la anticoagulación que fue el sangrado digestivo secundario a una ulcera gástrica Forrest 3, por lo que considero apropiado haber suspendido la anticoagulación posterior al sangrado intestinal.

¿Cuándo reanudar la anticoagulación?
No existen estudios que hablen de cuando reanudar la anticoagulación en los pacientes con trombosis del eje espleno-porto-mesentérico que han presentado sangrado gastrointestinal.
Un estudio reciente en realizado en febrero del 2014 por Qureshi et al. diseñado para investigar reinstauración de anticoagulación en pacientes con fibrilación auricular (FA) y sangrado gastrointestinal mayor. El mismo evaluó a 653 pacientes con FA en tratamiento con warfarina que habían presentado sangrado gastrointestinal. Se evaluó el reinicio de la anticoagulación a los 7, 30 y 60 días posteriores al sangrado concluyendo los investigadores que reiniciar luego de los 7 días se asoció con disminución de episodios de tromboembolismo y mortalidad sin un aumento significativo en sangrado gastrointestinal recurrente en comparación con el reinicio después de 30 o 60 días.

Por lo tanto, en nuestro caso, teniendo en cuenta que el sangrado gastrointestinal se debió a una ulcera Forrest 3 con bajo riesgo de resangrado, y de los beneficios de la realización de terapia anticoagulante en estos casos considero apropiado reanudar la anticoagulación a los siete días después del sangrado gastrointestinal con las medidas adecuadas para evitar el resangrado mediante inhibidores de bomba de protones.
Conclusiones: 
Considero que la causa de fibrosis retroperitoneal sea idiopática, no realizaría biopsia inicialmente y comenzaría el tratamiento médico con corticoides.
La falla renal se interpretó de causa obstructiva secundaria a la fibrosis retroperitoneal, por lo que considero apropiado esperar la respuesta médica al tratamiento médico y si no responde a la misma, realizar la descompresión quirúrgica de la vía urinaria.
La trombosis del eje es pleno- porto- mesentérico la interpreto secundaria a la fibrosis retroperitoneal y reanudaría el tratamiento médico anticoagulante.
Con respecto a la hipertensión portal prehepática, la causa de la misma se debe a la trombosis del eje venoso secundaria a la fibrosis retroperitoneal, considerando a la ascitis secundaria a la expansión con cristaloides, en el contexto de la hemorragia digestiva.

caso clinico xxxiii

Presentación del caso clínico
Presentación caso clínico: Belén Obaid. Discusión: Melisa Realini. Autores: Walter Sacchi, Francisco Consiglio, Juan Carlos Pendino, Roberto Parodi, Alcides Greca. Primera Cátedra de Clínica Médica y Terapéutica. Facultad de Ciencias Médicas. Universidad Nacional de Rosario. Servicio de Clínica Médica. Hospital Provincial del Centenario. Rosario. Santa Fe. Argentina.

Enfermedad actual:
Paciente varón de 43 años con antecedente de infección por VIH en tratamiento antirretroviral, e infección curada por virus de hepatitis B, consulta por cuadro de 48 hs de evolución caracterizado por cianosis, palidez, parestesias y dolor en manos y pies, que empeora con la exposición al frío y mejora con el calor. Refiere de 4 días de evolución astenia, fatiga muscular, relacionada a ejercicio extremo por lo cual realizó tratamiento sintomático con analgésicos no esteroides. Niega artralgias, fiebre, antecedente de claudicación intermitente u otros síntomas acompañantes.

► Antecedentes personales:
 Infección por virus hepatitis B diagnosticado en el año 2011 en contexto de estudio por ictericia.
♦ Infección por VIH diagnosticada en el año 2013 en contexto de estudio por fiebre de origen desconocido, en tratamiento antirretroviral regular con atazanavir, emtricitabina y tenofovir. Carga viral indetectable, recuento de CD4 595 células/mm3 (octubre 2016).
♦ Amigdalectomía bilateral en el año 2013.
♦ Apendicectomía en la infancia.
♦ Hábitos:
 • Tabaquista de 20 cigarrillos/día durante 10 años, con abandono del hábito hace 6 años.
 • 
Consumo de alcohol ocasional.
 • 
Niega otros hábitos tóxicos.
 • Niega alergias medicamentosas.
 • Medicación habitual: atazanavir, emtricitabina y tenofovir.

► Antecedentes familiares:
♦ Madre: 62 años, viva, con antecedente de hipertensión arterial.
♦ 
Padre: fallecido, desconoce a qué edad y la causa.
♦ 
Hermanos: 5 vivos, sanos.
♦ 
Hijos: 1 viva sana.

► Examen físico:
♦ Paciente vigil, orientado en tiempo, espacio y persona. Impresiona levemente enfermo. Ictericia cutáneo-mucosa generalizada leve.
♦ Signos vitales: Presión arterial: 120/80 mmHg. Frecuencia cardíaca: 95 latidos por minuto. Frecuencia respiratoria: 16 respiraciones por minuto. Temperatura: 36.1ºC. Saturación de Oal 21%: 99%.
♦ Cabeza y cuello: Normocéfalo, cabello bien implantado. Ojos: conjuntivas yescleras ictéricas. Pupilas isocóricas, reactivas y simétricas. Movimientos oculares extrínsecos conservados. Puntos sinusales negativos. Fosas nasales y conductos auditivos externos permeables, sin secreciones ni epistaxis/otorragia. Cavidad bucal: piezas dentarias completas en regular estado general, lengua central y móvil, mucosas húmedas, orofaringe rosada y sin lesiones, reflejo nauseoso conservado. Cuello: cilíndrico, simétrico, sin soplos carotideos, ingurgitación yugular 2/6, con colapso inspiratorio. No se palpan adenopatías cervicales ni supruclaviculares. No se palpa tiroides. No se observa hipertrofia parotídea.
♦ Tórax: Diámetro anteroposterior conservado, sin cicatrices. Columna sonora, indolora, sin desviaciones.
♦ Aparato cardiovascular: No observo ni palpo latidos patológicos ni frémito. R1 y R2 normofonéticos, no  ausculto soplo, R3 ni R4.
♦ Aparato respiratorio: Respiración costo-abdominal, sin tiraje ni reclutamiento de músculos accesorios. Expansión de bases y vértices conservados. Vibraciones vocales conservadas. Sonoridad pulmonar conservada. Murmullo vesicular conservado, sin ruidos agregados.
♦ Abdomen: Plano,  cicatriz en fosa ilíaca derecha de apendicectomía, sin signos de circulación colateral. Blando, depresible, indoloro. No se palpa visceromegalias. Timpanismo conservado. Ruidos hidroaéreos conservados. Puño percusión lumbar bilateral negativa.
♦ Genitales: Testículos en bolsa. Pene y escroto sin lesiones ni secreciones.
♦ Miembros: Tono, trofismo, sensibilidad, movilidad digital conservados. Pulsos axilares presentes. Pulsos femorales presentes, débiles. Pulsos humerales, radiales, poplíteos y pedios ausentes. Disminución de la temperatura en regiones distales de los miembros superiores e inferiores. Cianosis y palidez de ambos pies y palma de mano derecha, que alterna con palidez (Figuras 1-3). No se palpa adenopatías.
♦ Examen Neurológico: Funciones superiores y pares craneales conservados. Sensibilidad, motilidad y fuerza en los cuatro miembros conservada. Coordinación, marcha y equilibrio conservados. Sin signos de irritación meníngea. Reflejos osteotendinosos conservados. Sin flapping ni rueda dentada. Respuesta flexora plantar bilateral.

Exámenes complementarios:
Laboratorio:
Hematocrito (%)454347.3
Glóbulos blancos (cél/mm3)1460092009420
Plaquetas (cél/mm3)201000134000288000
Glicemia (mg/dL)10582143
Uremia (mg/dL)242629
Creatininemia (mg/dL)0.670.690.79
Na+ (mEq/l)139137136
K+ (mEq/l)4.673.803.50
Cl- (mEq/l)979898
pH7.317.34-
PCO2 (mmHg)49.747.1-
PO2 (mmHg)---
EB (mmol/l)-1.8-0.8-
HCO3 st (mmol/l)2223.5-
HCO3 R (mmol/l)2425.3-
Bilirrubina total (mg/dL)5.374.65-
Bilirrubina directa (mg/dL)0.290.54-
Bilirrubina indirecta (mg/dL)5.084.11-
GOT (UI/L)4048-
GPT(UI/L)3750-
FAL (UI/L)6160-
GGT(UI/L)1936-
Colinesteresa (UI/L)7236--
Amilasa (UI/L)3837-
Proteínas totales (g/L)7.09--
Albúmina (g/L)4.18--
LDH (UI/L)593507573
CPK (UI/L)108924134497
TP/KPTT (segundos)10.2/35--
VES (mm/1° hora)10--
 Orina completa: Color ámbar. Aspecto límpido. pH 6.0, Densidad 1029 [1015 - 1025]. Proteínas 0.88 g/l [0.04 - 0.25]Glucosa 1.29 g/l [0.06 - 0.17], Cuerpos cetónicos 1+ [ND]. Pigmentos biliares 1+ [ND]. Urobilinas 2+ [normal]. Hemoglobina: no detectable. Hematíes: 0 [0 - 2]. Sedimento: leucocitos 2-4 [0 - 5]. Células epiteliales 4-6 [0 - 20]. Piocitos 0 [0 - 0]. Cilindros hialinos 0 [0 - 2]. Mucus ++++. Uratos amorfos +++.
♦ Radiografía de tórax frente y perfil: Índice cardiotorácico impresiona conservado. Sin lesiones pleuroparenquimatosas, senos costofrénicos impresionan libres. (Figuras 4-5).
♦ Radiografía de ambas manos frente y oblicua: No se observa solución de continuidad ósea, ni signos de osteomielitis. (Figuras 6-7).
♦ Radiografía de ambos pies frente y oblicua: No se observa solución de continuidad ósea, ni signos de osteomielitis. (Figuras 8-9).
♦ Laboratorio inmunológico: Factor Reumatoideo cuantitativo: 4 UI / ml [4 - 14]. Cuantificación de C3 126 mg / dl [103 - 145], cuantificación de C4 27 mg / dl [20 - 50]. FAN, Anti ADN y ANCA: Negativos. Crioglobulinas: Negativas.
♦ Serologías virales: Ac anti core total VHB  reactivo. HBsAg no reactivo. Ac HBsAg reactivo. VHC no reactivo.
♦ Perfil lipídico: Colesterol total 150 mg/dL. HDL 44 mg/dL. LDL 69 mg/dL. TAG 169 mg/dL.
♦ Ecodoppler de 4 miembros: Arteriopatía difusa severa de los vasos troncales de miembros inferiores (tibial anterior y posterior). Aumento de espesor, ecogenicidad y refringencia de las paredes de los vasos. Severa disminución del calibre de los vasos distales con flujos monofásicos de baja velocidad.
Se reciben resultados de estudios, y se obtienen nuevos datos que aportan al diagnóstico de la enfermedad actual.
Figuras 1 a 3: Miembros: Manos y pies: cianosis y palidez distal.

 Figuras 4-5: Radiografía de tórax frente y perfil (día 2): Índice cardiotorácico impresiona conservado. Sin lesiones pleuroparenquimatosas, senos costofrénicos libres.
 
Figuras 6-7: Radiografía de ambas manos frente y oblicua (día 2): No se observa solución de continuidad ósea, ni otros hallazgos patológicos.
 
Figuras 8-9: Radiografía de ambos pies frente y oblicua (día 2): No se observa solución de continuidad ósea, ni signos de osteomielitis


La resolución del caso clínico XXXIII
 Evolución:
A su ingreso se indica tratamiento con droga bloqueante de los canales de calcio, terapia antiagregante, antiplaquetaria y se inicia corticoterapia a dosis inmunosupresora, presentando luego de 48 hs. parcial mejoría de la signo-sintomatología. Se realiza arteriografía que no muestra alteraciones.
El paciente refiere al reinterrogatorio dirigido haber consumido un comprimido de ibuprofeno asociado a ergotamina, no mencionado en el momento del ingreso.
  Arteriografía:

 Capilaroscopía: Buen flujo, densidad conservada, sin alteraciones en la arquitectura capilar, hemorragias o cianosis.

► DISCUSIÓN:
Melisa Realini
Luego de la presentación del caso descripto me propongo los siguientes objetivos:
  • Caracterizar el Fenómeno de Raynaud y sus posibles causas.
  • Analizar la importancia del diagnóstico temprano de la enfermedad vascular periférica.
  • Evaluar el riesgo cardiovascular en el paciente HIV.
  • Consideraciones finales.
El término fenómeno de Raynaud (FR) es utilizado para describir los episodios de isquemia digital transitoria caracterizados clínicamente por cambios intermitentes de la coloración cutánea distal, atribuidos a la vasoconstricción de arterias digitales, arteriolas precapilares y shunt arteriovenosos cutáneos.
Clínicamente se describen tres fases cromáticas secuenciales típicas, aunque no siempre están presentes en su totalidad: fase de palidez cérea provocada por vasoconstricción arterial y asociada a parestesias, disestesias, sensación de pinchazos y frío; fase de cianosis producida por la desoxigenación venosa y fase de rubor o hiperemia reactiva que se manifiesta con piel eritematosa y sensación de calor.
Dependiendo del grado del compromiso vascular y de la isquemia tisular puede llegar a producirse ulceración superficial o necrosis tisular. El diagnóstico del fenómeno de Raynaud es clínico y requiere respuesta afirmativa a estas tres preguntas: ¿Sus dedos son sensibles al frío?, ¿Cambian de color cuando los expone al frío?, ¿Se vuelven blancos o azules?
Hay que diferenciarlo de otras arteriopatías funcionales por vasoconstricción, por ejemplo acrocianosis, lívedo reticularis y eritema pernio.
En alrededor del 80% de las personas diagnosticadas de FR no se identifica ninguna causa y se denomina FR primario. Previamente, es imprescindible haber realizado una anamnesis y una exploración física minuciosas que ayuden a descartar todas las etiologías que lo puedan desencadenar y que lo clasifican como FR secundario.
En el FR primario la alteración vascular es principalmente funcional, debido a una alteración endotelial en la que hay un predominio del sistema vasoconstrictor por hiperactividad de sistemas vasoespásticos potentes como el alfa 2 adrenérgico, endotelina 1, tirosincinasa, angiotensina II, y serotonina, coexistiendo con una afectación en los sistemas vasodilatadores, principalmente óxido nítrico y prostaciclina. El FR secundario se caracteriza por crisis más severas y de mayor duración que interfieren con la vida diaria del paciente.
En este caso la vasculopatía estructural predomina sobre la disfunción endotelial, por lo que son evidentes los cambios proliferativos de la íntima y fibrosis de la media y adventicia. También se presentan anormalidades intravasculares, que incluyen activación plaquetaria, fibrinólisis, viscosidad aumentada, y estrés oxidativo.
La distinción entre FR primario y secundario es trascendental, dado que la intensidad de la isquemia digital y, por tanto, el pronóstico y el tratamiento, suelen diferir notablemente entre ambas formas clínicas. Se han propuesto criterios para definir el fenómeno de Raynaud primario (tabla 1), quedando alejado de esta clasificación el paciente por la presencia de asimetría y debilidad en los pulsos periféricos, aunque presente una capilaroscopía y laboratorio inmunológico normal.
Tabla 1. Criterios diagnóstico de fenómeno de Raynoud primario
 Crisis simétricas de palidez o cianosis, desencadenadas por frío o estrés.
• Pulsos periféricos simétricos e intensos.
• Ausencia de lesiones cutáneas que indiquen edema, necrosis o gangrena.
• Capilaroscopía normal.
• Anticuerpos antinucleares negativos.
• Velocidad de eritrosedimentación < 20 mm/1° hora
*Modificado y adaptado de LeRoy  y Medsger
► ¿Cuál es el papel de la capilaroscopía y el laboratorio inmunológico en el fenómeno de Raynaud?
Los anticuerpos antinucleares tienen más interés por su alto valor predictivo negativo de transición a una enfermedad autoinmune, mientras que la visualización de un patrón capilaroscópico normal tiene un valor predictivo positivo del 93% y orienta a que el sujeto tiene un fenómeno de Raynaud primario; en cambio, la visualización de un patrón capilar alterado identifica a un grupo con probabilidad de tener fenómeno de Raynaud secundario y supone un riesgo de transición a enfermedad autoinmune del 47%.
La capilaroscopía periungueal es una técnica sencilla, segura, no invasiva y con una buena relación costo  beneficio que permite el estudio detallado de la microcirculación periungueal in vivo. Además pone de manifiesto el daño microvascular que puede observarse en vasculitis de pequeños vasos. Si bien el paciente presenta laboratorio inmunológico y capilaroscopía normales, no es suficientes en este contexto para descartar causas secundarias.
Son muchas las causas de fenómeno de Raynaud secundario (tabla 2). Inicialmente se descartan causas anatómicas en nuestro paciente, la evaluación clínica y los estudios de laboratorio alejan además síndromes endócrinos, neurológicos o hematológicos.
Tabla 2. Causas de fenómeno de Raynaud secundario
Enfermedades vasculares oclusivasLupus eritematoso sistémico, esclerodermia, síndrome de Sjögren, artritis reumatoidea, enfermedad mixta del tejido conectivo, polimiositis, síndrome CREST, enfermedad de Buerger, aterosclerosis, trombocitosis, vasculitis de células gigantes, arteritis de Takayasu.
FármacosBetabloqueantes, estrógenos, triptanes, ergotamínicos, anticonceptivos, bleomicina, interferón alfa, vinblastina, anfetaminas, ciclosporina, bromocriptina, cisplatino.
InfeccionesHepatitis B y C, ParvovirusMycoplasma.
Síndromes hematológicos, neurológicos, endócrinos y cáncerMieloma múltiple, policitemia, crioglobulinemia, mixedema, hipotiroidismo, feocromocitoma, sarcoidosis, acromegalia, enfermedad de Fabry, enfermedad de Parkinson.
Causas ambientalesTabaco, plomo, alcohol, cocaína, máquinas vibradoras.
Síndromes anatómicosSíndrome del túnel carpiano, robo de la subclavia, costilla cervical.
Teniendo en cuenta que el caso comunicado presenta pulsos ausentes y asimetría en la presión arterial de los miembros y en los fenómenos isquémicos es indispensable la realización de estudios que ayuden a descartar o confirmar daño en arterias de gran y mediano vaso, entre ellos ecografía doppler arterial y arteriografía. Son principalmente 4 las patologías a tener en cuenta en este caso:
- Enfermedad embolica: la enfermedad ateroembólica sistémica, una entidad caracterizada por la obstrucción arteriolar debida a cristales de colesterol que originan distintas manifestaciones clínicas según el órgano afectado. Considero este diagnóstico alejado debido a que no existe el antecedente de un cateterismo endovascular, cirugía vascular o administración de anticoagulación, aunque también se han descrito casos de presentación espontánea.
Además, la aorta abdominal y las arterias iliofemorales son la fuente más común de ateroembolismo, y es rara la afectación de la arteria subclavia, el riñón suele ser el órgano más afectado. Otra entidad a descartar es la endocarditis trombótica no bacteriana, que ocurre entre 3 y 5% de pacientes en estadio SIDA, frecuentemente en aquellos con síndrome wasting. Las vegetaciones endocárdicas friables son usualmente menores de 0,5 cm y están compuestas de plaquetas, fibrina y pocas células inflamatorias. Estas afectan predominantemente el lado izquierdo del corazón y son una causa poco frecuente de embolización sistémica.
- Vasculitis: si bien el paciente presenta un laboratorio inmunológico y arteriografía normales, los cuales alejan la posibilidad de presentar un cuadro de vasculitis, voy a mencionar la panarteritis nodosa por su fuerte asociación con el virus de hepatitis B (hasta 50%), aún en paciente que presentan infección curada. La misma es una inflamación necrotizante, segmentaria y focal de las arterias de pequeño o mediano tamaño, sin glomerulonefritis y sin vasculitis en arteriolas, capilares o vénulas.
- Tromboangeítis obliterante: enfermedad segmentaria, inflamatoria y oclusiva, que afecta de forma predominante a las arterias y venas de mediano y pequeño calibre de las extremidades, principalmente en varones jóvenes fumadores. La fisiopatología se basa en un proceso autoinmune en probable relación con el tabaco, los principales síntomas son el dolor en reposo y la aparición de ulceraciones. Puede afectar miembros superiores, inferiores o ambos. El diagnóstico es principalmente de exclusión, para poder pensar en esta patología es necesario descartar otras causas.
- Aterosclerosis: tanto la propia infección por VIH (inflamación crónica, activación inmunitaria, disfunción endotelial) como el TARGA se han asociado al desarrollo de aterosclerosis subclínica prematura y a una mayor incidencia de episodios cardiovasculares que en la población general
Con respecto a los fármacos que pueden desencadenar fenómenos isquémicos distales debemos hacer especial referencia al ergotismo. La incidencia estimada de ergotismo entre los pacientes que consumen preparados de ergotamina es de 0.01%. La ergotamina es el fármaco más utilizado como automedicación en cefaleas tipo migraña, a pesar de sus múltiples efectos secundarios.
Es un agonista de los receptores alfa adrenérgicos que actúa por vasoconstricción periférica del músculo liso de los vasos sanguíneos y se metaboliza a través del citocromo P-450, fundamentalmente por la isoenzima CYP3A42. Los medicamentos que inhiben el citocromo P-450, entre ellos los inhibidores de proteasa (IP), efavirenz, los macrólidos, los antifúngicos azólicos, antidepresivos pueden elevar la concentración de ergotamina a niveles tóxicos, incluso cuando ésta se administra a bajas dosis.
El efecto tóxico más importante de la co-administración de un IP y los ergotamínicos es el vasoespasmo, que puede afectar cualquier vaso, incluyendo las arterias coronarias y el lecho esplácnico. Lo habitual es que el vasoespasmo afecte los vasos de mediano calibre de las extremidades de manera bilateral, presentando acrocianosis, puede existir incluso disminución o ausencia de pulsos; con palidez, frialdad, dolor y posterior cianosis. Además puede haber bradicardia, hipotensión y rash. Habitualmente el compromiso es simétrico y con preponderancia en miembros inferiores.
El diagnóstico de vasoespasmo se basa en la ecografía doppler arterial y en la arteriografía. Las alteraciones más frecuentemente encontradas en el ultrasonido doppler son el espasmo arterial difuso y la reducción o ausencia del flujo de la vasculatura afectada. Los signos arteriográficos son espasmo vascular bilateral y simétrico, circulación colateral y ausencia de flujo.
El tratamiento consiste en la suspensión de las drogas implicadas, plan de hidratación amplio, vasodilatadores como nifedipina y nitroprusiato de sodio en casos graves. Durante los episodios de vasoespasmo además está recomendado el uso de aspirina y de enoxaparina como tromboprofilaxis.
En el caso en discusión al obtenerse el dato del consumo previo de ergotamina, asociado al uso de  un inhibidor de proteasa, considero al “ergotismo” como el diagnóstico más probable.
Es fundamental la educación de los pacientes que se encuentran bajo tratamiento crónico con fármacos metabolizados a través del citocromo P-450, recordándoles la expresa contraindicación del uso concomitante los derivados ergotamínicos. Además, en este contexto, se debería reforzar las medidas de prevención de los factores de riesgo cardiovasculares modificables debido a que estamos frente a una población que de por sí presenta un riesgo más  elevado de eventos.
Quisiéramos destacar que la historia clínica es un elemento dinámico e irreemplazable en el proceso de razonamiento diagnóstico. Se puede apreciar en este caso la importancia de realizar en forma repetida la búsqueda de nuevos datos tanto en el interrogatorio como en el examen físico, en especial cuando no se encuentran causas evidentes que expliquen la patología actual del paciente en cuestión.
 

Caso clinico xxxiv

Presentación del caso
Presentación caso clínico: Virginia Rahi1Discusión: Melisa Realini1. Presentación e informe de necropsia: Luciana Battipiede2, Gabriela Pairola2, Ana Lía Nocito2 Autores: Walter Sacchi1, Francisco Consiglio1, Diego Bértola1, Liliana Negro Marquinez1, Roberto Parodi1, Alcides Greca11Primera Cátedra de Clínica Médica y Terapéutica. Facultad de Ciencias Médicas. Universidad Nacional de Rosario. Servicio de Clínica Médica. Hospital Provincial del Centenario. Rosario. Santa Fe. Argentina.  2Cátedra de anatomía y fisiología patológicas. Facultad de Ciencias Médicas. Universidad Nacional de Rosario. Presentación caso clínico: Virginia Rahi. Residente de 2° año de Clínica Médica.

ENFERMEDAD ACTUAL:
Paciente varón de 40 años de edad, consulta por cuadro de un mes de evolución caracterizado por malestar general y fiebre a predominio nocturna. El cuadro se acompaña de algunos episodios de diarrea no disenteriforme y vómitos alimenticios.  Del  mismo tiempo de evolución presenta sudoración nocturna y pérdida de peso de aproximadamente 2 kg. Niega otros síntomas acompañantes.
ANTECEDENTES PERSONALES Y FAMILIARES:
  • Ex presidiario (privado de la libertad hasta 18 meses previos a la internación).
  • Tabaquista y etilista ocasional.
  • Consumidor de cocaína inhalatoria.
  • Viajes frecuentes a países de América Central
  • Padre: fallecido de neoplasia ósea, se desconocen más datos. Madre, hijos y hermanos vivos, sanos.
EXAMEN FÍSICO:
Paciente vigil. Impresiona moderadamente enfermo.
Signos vitales: presión arterial: 120/90 mmHg. Frecuencia cardíaca: 136 lpm. Frecuencia respiratoria: 20 rpm. Temperatura: 39,3ºC. Saturación de O2: 99% (aire ambiente).
Cabeza y cuello: normocéfalo, cabello bien implantado. Ojos: conjuntivas pálidas, escleras blancas. Pupilas isocóricas, reactivas y simétricas. Movimientos oculares extrínsecos conservados. Puntos sinusales negativos. Fosas nasales y conductos auditivos externos permeables y sin secreciones. Cavidad bucal: piezas dentarias completas en regular estado, lengua central y móvil, mucosas semihúmedas, orofaringe sin exudados, petequias en paladar. Reflejo nauseoso conservado. Cuello: cilíndrico, simétrico, pulsos carotídeos simétricos, sin soplos, ingurgitación yugular 2/6, con colapso inspiratorio. No se palpan adenopatías cervicales ni supraclaviculares. No se palpa tiroides.
Tórax: diámetro ántero-posterior normal, sin cicatrices. Columna sonora, sin desviaciones, indolora. Múltiples tatuajes.
Aparato cardiovascular: no observo ni palpo latidos patológicos ni frémito. R1 y R2 normofonéticos, sin soplos, R3 ni R4. Ritmo regular.
Aparato respiratorio: respiración costo-abdominal, sin tiraje ni reclutamiento. Expansión de bases y vértices conservados. Vibraciones vocales conservadas. Sonoridad pulmonar conservada. Murmullo vesicular conservado sin ruidos agregados.
Abdomen: plano. Sin cicatrices ni circulación colateral. Blando, depresible, indoloro. Timpanismo conservado. No se palpan visceromegalias. Ruidos hidroaéreos conservados. Puño percusión bilateral negativa.
Examen Neurológico: orientado globalmente. Sin foco motor ni sensitivo. Pares craneales conservados. Sin signos meníngeos. Espinopalpación negativa. Flapping y rueda dentada negativos.
Miembros: tono, trofismo, pulsos y temperatura conservados. Sin edemas ni adenopatías. Homans y Ollow negativos.
Genitales: testículos en bolsas. Escroto sin lesiones. Pene sin lesiones ni secreción por meato uretral.
EXAMENES COMPLEMENTARIOS:
Laboratorio:
Frotis de sangre periférica:
  • Orina completa (día 0): amarillo. Límpido. PH 6. Densidad 1004. Sedimento normal.
     
  • Rx tórax (día 0): índice cardiotorácico conservado. Impresiona imágenes areolares bilaterales. Fondos de saco costofrénicos libres.
     
  • ECG: ritmo regular, sinusal. FC 140 lpm. PR 0,16 seg. QRS 0,08 seg. QT 0,36 seg. AQRS +20°. Sin signos de isquemia aguda, sin trastornos deconducción.
     
  • Test rápido HIV: positivo.
     
  • Hemocultivos por dos: negativos definitivos.
     
  • Serología HIV: reactivo. Carga viral HIV: 781.000 copias/ml. Recuento de linfocitos CD4: 8 cel/ul.
     
  • Serología VHB-VHC, VDRL, Chagas: no reactivas.
     
  • IgM para CMV y VEB: no reactivas.
     
  • Perfil del hierro: ferremia: 63 ug/dl. Transferrina 196,7 ug/dl. %Sat: 32 %. Ferritina 1423 ng/ml.
     
  • Citofisicoquímico de LCR: presión apertura: 10 cmH20. Cristal de roca. Glucorraquia 0,55 g/l. Proteínas 0,39 g/l. Pandy negativo. Elementos 27/mm3. VDRL en LCR no reactiva. Cultivo
    bacteriológico negativo. Cultivo micológico negativo.
     
  • Orina completa: > 20 leucocitos/campo. Piocitos. Abundantes gérmenes.
     
  • UrocultivoSalmonella no tiphy, recuento > 104. Sensible: ampicilina, trimetoprima-sulfametoxazol, ciprofloxacina.
     
  • CoprocultivoSalmonella no tiphy. Igual sensibilidad a urocultivo.
     
  • CA 19-9: 18,7 U/ml (0,6-39).
     
  • Videocolonoscopía: progresa hasta sigma. Mucosa normal. Cultivo mucosa intestinal: Escherichia coli. Biopsia de sigma y recto: leve recto-colitis crónica sin distorsión arquitectural. No se reconocen microorganismos con coloración especial. Sin signos de especificidad  ni transformación maligna.
     
  • Anticuerpos: IgA total: 380 mg/dl. IgA antiendomisio, IgA antigliadina, IgA antitransglutaminasa tisular: negativas.
     
  • Hemocultivos seriados por 6: 2 positivos para Salmonella. Sensible: ampicilina, ciprofloxacina, nitrofurantoína, trimetoprima-sulfametoxazol, cefazolina. 1 positivo para Staphylococcus epidermidis meticilino sensible. 3 negativos.
     
  • Parasitológico seriado de materia fecalBlastocystis hominis. Escasa cantidad de leucocitos. Negativo para Cryptosporidium.
EVOLUCIÓN:
Al ingreso se diagnostica infección por virus de la inmunodeficiencia humana (linfocitos CD4: 8 cél/ul). Se  interpreta inicialmente como síndrome febril sin foco claro asociado a pancitopenia por lo que se toman cultivos y se mantiene conducta antibiótica expectante.
Día 10 de internación se inicia tratamiento antirretroviral.
El paciente evolucionó febril persistente con regular estado general. Se realizaron múltiples estudios complementarios: toma de muestras para cultivos (sin aislamientos al ingreso); lavado bronquioalveolar (BAL); punción biopsia de médula ósea (PBMO); examen de líquido cefalorraquídeo sin hallazgos de jerarquía.
Se realizaron diversos estudios por imágenes: ecografía abdominal que impresiona dilatación del colédoco; tomografía de tórax, abdomen y pelvis con evidencia de hepatoesplenomegalia sin otros hallazgos. Se solicitó Colangio-RMI para mejor evaluación de vía biliar sin alteraciones a dicho nivel pero con hallazgo incidental de lesiones hiperintensas a nivel de columna dorso-lumbar.
DETALLES DE EXÁMENES COMPLEMENTARIOS
  • Broncofibroscopia y lavado bronquioloalveolar: sin lesiones endoluminales. Cultivo para gérmenes comunes negativo. Ziehl Neelsen negativo. Búsqueda de Pneumocystis jiroveci negativo. Cultivo para BAAR negativo en curso. Cultivo micológico negativo en curso.
     
  • Hemocultivos micológicos por dos: negativos.
     
  • Hemocultivo para BAAR: negativos.
     
  • Látex para Criptococcus neoformans en sangre: negativo.
     
  • Punción biopsia de médula ósea: cultivo micológico negativo. Cultivo para gérmenes comunes negativo. Cultivo para BAAR: muestra contaminada. Anatomía patológica: hipocelularidad medular.
     
  • Ecografía abdomino-renal: hígado con aumento de la ecogenicidad periportal. Se visualizan al menos tres imágenes de aspecto quístico, en lóbulo derecho, siendo la de mayor tamaño de 16 mm. Colédoco: mide 9,4 mm. Bazo: parénquima homogéneo. Mide: 134 mm.
     
  • Ecocardiograma: no se evidencian vegetaciones. Sin alteraciones.
     
  • TAC de cráneo, tórax, abdomen y pelvis con contraste: la aorta ascendente, el cayado y la aorta descendente son de calibre y trayecto conservados, permeables. El hígado es de forma y situación habitual, superficie lisa, bordes agudos, levemente aumentado de tamaño y presenta múltiples imágenes hipodensas, redondeadas, de bordes definidos, que no refuerzan con el contraste endovenoso, distribuidas en ambos lóbulos hepáticos, compatibles con quistes simples. La de mayor tamaño en lóbulo hepático derecho, en la unión del segmento V y VIII, de 15 mm de diámetro. Resulta dudosa la presencia de un área focal hipodensa, a nivel del segmento IV, por delante de la vena porta, de límites imprecisos, que alcanza los 30 mm x 15 mm. La vía biliar intra y extrahepática es de calibre conservado.
     
  • RMI abdomen y colangio RMI: el hígado es de forma y situación normal, levemente aumentado de tamaño, con múltiples imágenes redondeadas, de paredes finas de contenido líquido hiperintenso en T2 e hipointenso en T1, que no refuerzan tras la administración de contraste y se ubican en ambos lóbulos hepáticos, el de mayor tamaño mide 14 mm y se ubica en el segmento V. Algunas impresionan presentar conexión con la vía biliar. Al igual que en TC previa se identifica un área de intensidad de señal intermedia en T1 y T2, en segmento IV, adyacente a la vena porta, de 24 mm x 14 mm, que se interpreta como área de fibrosis. El eje esplenoportal es de calibre y trayecto conservado, permeable. La vía biliar intra y extrahepática evidencia calibre levemente dilatado, midiendo el conducto colédoco 9 mm, sin litos en su interior. La vesícula biliar presenta paredes finas, de tamaño morfología habitual, sin imágenes de defecto de relleno en su interior que sugiera la presencia de litiasis. El bazo es de forma, tamaño y situación normal, sin efectos de masa focales. El páncreas es de forma, tamaño y situación normal, sin efectos de masa. El conducto de Wirsung es de calibre conservado. Las glándulas adrenales son de forma, tamaño y situación normal, sin efectos de masa. Ambos riñones son de forma, tamaño y situación normal, con adecuada diferenciación córtico-subcortical. No se observan alteraciones a nivel de la vía excretora.
Se completa evaluación con RMI de columna con hallazgo de alteraciones sugestivas de  espondilitis. Se realiza punción ósea bajo TAC con toma de cultivos y biopsia.
RMI columna dorsolumbar
Los discos intervertebrales visualizados son de altura, morfología e intensidad normal de la señal. No presentan protrusiones ni hernias discales. Los cuerpos vertebrales son de morfología normal. Se observa alteración en la intensidad de la señal a nivel de los cuerpos vertebrales de D3, D9 y D12 y parcial en D2, D5, D8, D11 y D12, siendo hiperintensos en T2 y STIR con relace tras la administración de gadolinio EV. Los cuerpos vertebrales lumbares son de morfología normal. Presentan similar afectación que las vértebras dorsales, con mayor compromiso de L2. Se observa compromiso del sacro, con extensión a ambos ilíacos siendo de mayor jerarquía el izquierdo. Dichos hallazgos son compatibles con procesos inflamatorio- infeccioso de los cuerpos vertebrales.
El día 20 de internación, comenzó con síntomas urinarios y diarrea con aislamiento de Salmonella no typhi en urocultivo y coprocultivo por lo que se inició tratamiento con ciprofloxacina. Se toman nuevos hemocultivos obteniéndose el mismo aislamiento por lo que se agrega al tratamiento previo ceftriaxona.
Evolucionó febril persistente a pesar de tratamiento antibiótico dirigido (14 días) por lo que por sospecha de complicación supurativa se solicita angio-TAC de tórax y abdomen con signos sugestivos de aortitis a nivel de aorta ascendente. Se toman hemocultivos de control, negativos.
Se repite nueva punción de médula ósea para cultivo, sin aislamientos.
Al día 48 de internación, por persistir sin mejoría en curva febril, se decide cambiar esquema antibiótico a imipenem más trimetorpima-sulfametoxazol.
DETALLES DE EXÁMENES COMPLEMENTARIOS
  • Angio TAC de tórax, abdomen y pelvis con contraste: aorta descendente de calibre y trayecto conservados, permeable. Se observa discreto engrosamiento parietal, circunferencial de la pared de aorta ascendente y tercio proximal del cayado, dicha imagen podría corresponder a aortitis.
     
  • Hemocultivos de control: negativos.
     
  • Punción ósea de columna lumbosacra: Cultivo bacteriológico: directo negativo. Cultivo negativo. Cultivo micológico negativo. Cultivo para  BAAR: Ziehl Neelsen negativo.
     
  • Fondo de ojo: ambos ojos: papila de bordes netos, excavación fisiológica. Mácula satisfactoria. Retina aplicada a polo posterior.
     
  • Punción aspiración de médula ósea PAMO: cultivo para gérmenes comunes negativo. Se toman cultivo micológico y BAAR.
     
  • Hemocultivo para BAAR: directo negativo.
     
  • AngioTAC: persiste engrosamiento parietal circunferencial de la pared de la arteria aorta ascendente y tercio proximal del cayado, de menor intensidad que en el estudio previo. Relación aórtico-pulmonar en el límite máximo de la normalidad. Derrame pleural bilateral.
     
  • Ecocardiograma transesofágico: no se observan por este método alteraciones de la pared aórtica. Derrame pericárdico leve, especialmente sobre aurícula derecha.

ANEXO

Segunda parte
Discusión: Melisa Realini. Residente de 3° año de Clínica Médica.
¿Qué paciente es el que consulta?
Hay algunas certezas de las que se disponen, estamos ante un paciente con diagnóstico reciente de HIV, con un estado de inmunosupresión severo con  muy bajo recuento de linfocitos CD4, con un síndrome febril aparentemente sin respuesta a los tratamientos aplicados a pesar de ser dirigidos a gérmenes específicos.
¿Estamos realmente ante un paciente con Fiebre de origen desconocido (FOD)?
La FOD en el paciente HIV ha sido definida como temperatura mayor a 38,3ºC medida en varias ocasiones en más de 4 semanas en pacientes ambulatorios; o de más de 3 días en pacientes hospitalizados, infectados por VIH, luego de 3 días de estudio apropiado, con un mínimo de 2 días de incubación de los cultivos, que no revela la causa. Si pensamos en este paciente, las causas de fiebre, principalmente infecciosas fueron ampliamente estudiadas y descartadas, siendo las únicas manifestaciones iniciales las gastrointestinales, compatibles por lo menos en el inicio con el aislamiento de Salmonella.
Las manifestaciones gastrointestinales en el paciente HIV están dentro de las más comunes y se encuentran asociadas con aumento de mortalidad. La diarrea ocurre hasta en un 90% de los pacientes con infección por HIV sin tratamiento antirretroviral (ARV) y en un 18% de los casos de HIV constituye la primera manifestación, por lo que es fundamental solicitar serología para HIV en todo paciente que presente diarrea crónica, como el caso estudiado donde dicho cuadro fue la clave para el diagnóstico al ingreso de HIV. La infección por HIV resulta en una depleción rápida del recuento de linfocitos T CD4 en el tracto gastrointestinal, así como la característica enteropatía con aumento de la inflamación de la lámina propia y daño del epitelio gastrointestinal, lo que se asocia con translocación bacteriana y activación inmune.
Los pacientes sin SIDA están predispuestos a infecciones intestinales, que pueden ser desde síndrome diarreico agudo hasta infecciones crónicas intratables por microorganismos que usualmente son autolimitados en individuos inmunocompetentes.
Se debe caracterizar la diarrea interrogando al paciente acerca del volumen, duración y frecuencia así como también los síntomas asociados como náusea, dolor abdominal, sangrado, pérdida de peso, fiebre y otras presentaciones. En este caso hablamos de una diarrea crónica mayor a cuatro semanas y de características compatibles con afectación a nivel de intestino delgado, probablemente inflamatoria.
El listado de causas infecciosas es amplio, y varía la frecuencia de los distintos patógenos dependiendo de la población estudiada. En todos estos estudios es alta la proporción de diarreas con más de un agente patógeno así como la proporción de diarreas sin causa detectada, entre las causas más frecuentes se encuentran las parasitarias (Criptosporidium, Isospora belli y Microsporidium). Entre las etiologías virales de diarrea, el citomegalovirus es de los agentes más comunes y graves, manifestándose principalmente con colitis. Otras causas de diarreas virales son adenovirus, rotavirus y enterovirus.
En cuanto a los agentes bacterianos causantes de diarrea, se encuentran infecciones inespecíficas por Salmonella, Shigella, Campilobacter y Clostridiumy las específicas por micobacterias.
La salmonelosis, la cual presentó el paciente, tiene una incidencia veinte veces mayor en los pacientes con SIDA que en la población general. El mecanismo patógeno se da inicialmente por invasión epitelial de la mucosa gastrointestinal donde produce una gastroenteritis secretora, posteriormente y por penetración de la pared se produce invasión submucosa y afectación ganglionar, desde donde se puede producir la diseminación hematógena y eventualmente la siembra en otras localizaciones.
Puede ser asintomática o presentarse con fiebre, malestar general, mialgias, cefalea, tos, diarrea, constipación, dolor abdominal, hepatomegalia, esplenomegalia, bradicardia, linfadenopatía generalizada, exantema y colecistitis al igual que este paciente. A partir de la diseminación hematógena puede dar complicaciones supurativas por embolias sépticas, afectando las mismas principalmente el lecho vascular (aortitis, endocarditis), óseas, articulares y meníngeas, las cuales deben ser tenidas en cuenta en un paciente que evoluciona febril a pesar del tratamiento antibiótico dirigido.
¿Presentó el paciente un cuadro de aortitis?
La aortitis es una enfermedad caracterizada por la afectación inflamatoria y la alteración estructural de la pared vascular aórtica. Las manifestaciones clínicas de las mismas pueden consistir en aneurismas, disección y ruptura o afectación de la pared vascular sin las modificaciones estructurales antedichas. La infección de la pared aórtica es una entidad poco frecuente. La infección por Salmonella es la causa más habitual de aortitis bacteriana por su tendencia a infectar tejidos lesionados, como el endotelio vascular arterioesclerótico.
Las manifestaciones clínicas son las propias del foco infeccioso primario, añadidas a fiebre persistente. Diversas manifestaciones periféricas pueden estar presentes en estos enfermos: petequias, hemorragias en astilla, nódulos de Osler, lesiones de Janeway en ausencia de endocarditis.
El médico no suele sospechar la aortitis por lo inespecífico de sus síntomas, por lo que las técnicas de imagen son de gran ayuda, siendo en general la TAC la primera elección para evaluar la pared del vaso. Un PET-CT podría ser de utilidad en este caso.
¿Debemos pensar en espondilodiscitis infecciosa ante los hallazgos a nivel de columna?
La infección hematógena es la causa más común de espondilitis. La presentación clínica es inespecífica, lo que condiciona un gran retraso diagnóstico. El dolor dorsal o lumbar es constante pero inespecífico y suele ser de tipo inflamatorio. El dolor a la espinopresión/percusión es posiblemente el signo más fiable. Suele acompañarse de hipomovilidad o posturas antálgicas.
La resonancia magnética es la técnica de imagen más sensible y específica, siendo característico de dichas lesiones la afectación discal y de caras articulares de las vértebras, generalmente de comienzo a nivel anterior de los cuerpos vertebrales, con aumento de la señal de intensidad en T2 asociado a una disminución de la intensidad en T1, dichos hallazgos no son compatibles con la clínica y las imágenes de este paciente.
Entre las causas tumorales, los linfomas, principalmente linfoma no Hodgkin (LNH) y el sarcoma de Kaposi son las neoplasias que más comúnmente se encuentran en el intestino delgado y colon, aunque su forma de presentación no es en general con diarrea.
El sarcoma de Kaposi (SK) es la neoplasia más frecuente asociada a SIDA. Es una neoplasia mesenquimática que se origina en el endotelio vascular y linfático. Es la neoplasia abdominal más frecuente en estos pacientes. Esta enfermedad suele ser asintomática, sin embargo es frecuente la pérdida de peso, el dolor abdominal, los vómitos, la diarrea y el síndrome de malabsorción, también se ha informado sangrado gastrointestinal y obstrucción gástrica, casi todos síntomas compatibles con la clínica del paciente.
Puede además presentarse de forma fulminante con compromiso visceral extenso. En cuanto a los hallazgos endoscópicos pueden ser variados desde lesiones ulceradas que se confunden con úlceras pépticas hasta las lesiones submucosas nodulares, vasculares de color púrpura. Es importante resaltar que no siempre las biopsias endoscópicas son diagnósticas, pues se trata de una lesión submucosa.
¿Es correcto pensar en un SK en un paciente sin lesiones cutáneas?
El SK gastrointestinal puede ser sincrónico o asincrónico con el compromiso cutáneo y entre un 15 - 30% de los pacientes con SK visceral no presenta compromiso cutáneo alguno, por lo que dicho cuadro es compatible con la clínica del paciente y puede ser un diagnóstico probable.
El LNH es el segundo proceso maligno más frecuentemente asociado al VIH. El mismo es dos veces más frecuente en hombres que en mujeres, presentándose en forma extranodal con más frecuencia en pacientes HIV-positivo que pacientes HIV-negativo, siendo el tracto gastrointestinal el sitio extranodal más comúnmente afectado. El linfoma difuso de células grandes B (LDCGB) y el linfoma de Burkitt son las formas más comunes de LNH. Por otro lado, los linfomas de tejido linfoide asociado a mucosas (TLAM) de tipo gástrico son comúnmente asociados a la infección por Helicobacter pylori.
Los síntomas del linfoma gástrico son trastornos dispépticos, plenitud posprandial y saciedad precoz. La progresión de la enfermedad lleva al dolor epigástrico, pérdida de peso y de síntomas originados por el compromiso orificial del cardias o del píloro. La hemorragia, no siempre grave, se asocia con mayor frecuencia con los linfomas de alto grado. Síntomas sistémicos o síntomas B como fiebre, sudoración nocturna, pérdida de peso, malestar general son compatibles con el cuadro clínico del paciente.
La tomografía computada sirve para estadificar el linfoma y para evaluar la progresión o el grado de remisión de la enfermedad, pero las lesiones mucosas frecuentemente no son detectadas; la endoscopía puede mostrar erosiones, úlceras, pliegues engrosados, nódulos, pólipos e infiltración submucosa, siendo necesaria la toma de biopsias múltiples y profundas para llegar al diagnóstico. Las metástasis óseas del linfoma pueden dar imágenes parcheadas a nivel de varias vértebras, en general sin afectar los discos intervertebrales, con aumento de intensidad tanto en T2 como en T1, lo que hace pensar en un diagnóstico probable que justifica el daño vertebral de este paciente.
¿Cuál fue la causa de la profundización de pancitopenia en este paciente?
Las alteraciones hematológicas se encuentran entre las complicaciones más frecuentes del HIV, especialmente en estadios avanzados de la enfermedad siendo causa común de mortalidad en este grupo de pacientes. Son múltiples las causas que pueden afectar la médula ósea, habiendo sido descartadas con múltiples estudios y cultivos las causas infecciosas.
El síndrome hemofagocítico (SHF) es una entidad multicausal con hallazgos clínicos y paraclínicos comunes, caracterizado por afección al estado general, fiebre, hepatoesplenomegalia, falla hepática, pancitopenia, adenopatías y coagulopatía, todo esto acompañado de proliferación de tejido linfohistiocitario y hemofagocitosis. Se caracteriza por la proliferación de macrófagos que fagocitan elementos hematopoyéticos y diferentes linajes celulares sanguíneos maduros.
Existen diferentes condiciones que llevan a que este proceso se desencadene, principalmente autoinmunes e infecciosas. El cuadro clínico comprende manifestaciones inflamatorias sistémicas semejantes a la sepsis, lo que hace fundamental su sospecha y diagnóstico debido a que sus tratamientos difieren completamente. Existen criterios diagnósticos para el mismo (tabla I), cumpliendo el paciente al menos 4 de los 8. Si bien no se puede hacer este diagnóstico, es una causa posible, entre otros factores, de afectación medular en este paciente.
TABLA I- Criterios diagnósticos del síndrome hemofagocítico
  • Fiebre. Picos de 38,5 °C o más durante al menos 7 días.
  • Esplenomegalia. Al menos 3 cm por debajo del arco costal.
  • Dos de las siguientes alteraciones hematológicas:
  • Anemia: Hemoglobina <9 g/dl
  • Trombocitopenia: <100.000 plaquetas/mm3
  • Neutropenia: <1000 neutrófilos/mm3
  • Una de las siguientes alteraciones:
  • Hipertrigliceridemia
  • Hipofibrinogenemia
  • Hemofagocitosis en la médula ósea, bazo o ganglios linfáticos.
En el SHF primario deben descartarse neoplasias, infecciones, alteraciones inmunológicas o hipoplasias de la médula ósea.

EVOLUCIÓN DEL CASOSe realizan los siguientes estudios complementarios:
Nuevo recuento de linfocitos CD4: 8 cél/ul.
Reacción de Huddleson y rosa de Bengala (día 48): no reactivas.
PET/CT Scan (día 48).  Hallazgos metabólicos: Aumento difuso del metabolismo gástrico que se asocia a engrosamiento parietal también difuso con un espesor de casi 2 cm, SUV máximo de 21,9. Múltiples adenomegalias hipermetabólicas látero-cervicales, supraclaviculares, mediastínicas, retroperitoneales y mesentéricas, de hasta 16 mm con un SUV máximo de 7,9. Metabolismo óseo aumentado en forma difusa en esqueleto axial con áreas focales de mayor actividad, principalmente en el eje vertebral y huesos de la pelvis. Alteraciones óseas con SUV máximo de 10,2. Hallazgos morfológicos: derrame pleural moderado bilateral con colapso pasivo de segmentos posteriores. Opacidad neumonítica en el lóbulo superior del pulmón derecho en el segmento anterior subpleural, sin definirse lesiones nodulares. Hepatoesplenomegalia y ascitis. Imágenes compatibles con quistes serosos en hígado. Múltiples adenomegalias perigástricas de hasta 2 cm.
El día 51 de internación, habiendo completado 28 días de tratamiento antibiótico, el paciente presenta episodio de hematemesis, insuficiencia respiratoria aguda y shock séptico/hipovolémico, por lo que requiere vinculación a asistencia mecánica respiratoria, administración de noradrenalina e ingreso a unidad de terapia intensiva. En este contexto se agrega vancomicina, anfotericina y tuberculostáticos  a su tratamiento.
Se realiza videoendoscopia digestiva alta que evidencia la presencia de candidiasis esofágica, lesiones nodulares y ulceradas en cavidad gástrica, con signos de sangrado reciente.
Posteriormente el paciente evoluciona inestable hemodinámicamente, oligoanúrico, con requerimiento de hemodiálisis y altas dosis de noradrenalina. Fallece al día 54 de internación.
Se realiza necropsia.
*En una semana se publicarán los comentarios finales del caso clínico

 

Imágenes PET




Resolución y anatomía patológica
Discusión final del caso clínico
Opinión de discusora previa a informe de necropsia:
Para finalizar, en la evaluación de las causas que llevaron al paciente a la muerte, el mismo ingresa a terapia intensiva con inestabilidad hemodinámica y sangrado digestivo, con claros criterios de shock séptico.
Considero que en el análisis anatomopatológico del estómago va a estar la clave del diagnóstico, siendo probable el hallazgo de células compatibles con linfoma, aunque no es posible descartar otras neoplasias, siendo probablemente lesiones metastásicas a nivel de la columna. En cuanto al estudio de la aorta, considero poco probable el hallazgo de datos patológicos. El estudio de otros órganos como hígado, riñones, intestino delgado podrían presentar signos compatibles con isquemia y congestión propios del cuadro de shock.
INFORME DE NECROPSIA
Luciana Battipiede, Gabriela Pairola, Ana Lía Nocito. Cátedra de Anatomía Patológica.
► Examen externo del cadáver
  • Aspecto general: Peso: 85 kg, Talla: 176 cm, Palidez generalizada.
  • Cabeza y cuello: Sangre en fosa nasal izquierda.Piezas dentarias en regular estado
  • Tórax: Múltiples tatuajes.
  • Abdomen: Globuloso. Distendido
  • Miembros: Hematoma en pliegue de codo derecho y en ambas muñecas. Múltiples sitios de venopunción antebraquial bilaterales. Tatuajes en ambos miembros superiores. Acceso femoral izquierdo con signos de sangrado reciente. Edema godet +++ infrapatelar.
  • Genitales: Ambos testículos en bolsa. Edema escrotal leve a moderado.
► Examen tras la incisión
Se realiza incisión tóraco-abdominal, con extracción del block de vísceras y encéfalo. Se obtienen múltiples cortes representativos de cada órgano.
 Diagnósticos macroscópicos:
  • Palidez  mucocutánea generalizada. Edema en miembros inferiores (+++).
  • Hemorragia gástrica alta, masiva, asociada a lesiones nodulares múltiples. Poliadenopatías de predominio perigástrico y peripancreático. Nódulo esofágico de 1 cm. Poliposis intestinal. Hepatomegalia. Esplenomegalia.
  • Riñones de shock.
  • Derrame pleural de 1000 ml serohemático bilateral. Adherencias pleuropulmonares apicales bilaterales.
  • Ateromatosis difusa sin complicaciones.
 Descripción microscópica
Los cortes representativos evaluados evidencian proceso linfoproliferativo que compromete esófago, estómago, intestino delgado, hígado, bazo, pulmón, hueso y múltiples territorios ganglionares. El mismo se halla integrado por elementos linfoides de gran tamaño, que exhiben núcleos vesiculosos con irregularidad de membrana y nucléolo prominente de localización central, algunos con marcado pleomorfismo, con amplío desarrollo citoplásmatico. Dicho proceso se dispone en patrón difuso, posee además elevado índice mitótico y se acompaña de extensas áreas de hemorragia antigua y reciente. El resto de los órganos de la economía no evidenciaron lesiones. Se solicita estudio inmunohistoquímico: citoqueratina (-), CD20 (-), CD3 (-), antígeno leucocitario común (-), CD30 (+), CD15 (-), PAX 5 (-), KI 67: 80%.
 Diagnósticos anatomopatológicos finales:
  • Linfoma anaplásico  primario gástrico CD30 + ulcerado con hemorragia gástrica masiva.
  • Compromiso esofágico, intestinal, óseo, hepatoesplénico, pulmonar y ganglionar.
  • Shock hipovolémico (hígado y riñones de shock).
  • Derrame pleural bilateral.
 
Lesiones gástricas / Lesión esofágica
Lesiones intestinales
Imágenes del examen histológico de los territorios comprometidos por el proceso linfoproliferativo.