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jueves, 14 de noviembre de 2024

 

Bajando hasta la cueva del conejo...

En este ejercicio clínico se presenta un caso que es discutido por un médico internista al que se le van proporcionando datos de la historia clínica en forma secuencial, y este analiza el cuadro a la luz de los nuevos elementos, de una manera análoga al proceso diagnóstico en la práctica real de la medicina

 

 

 Historia

Una niña de 8 años previamente sana fue trasladada de Nantucket (frente a la costa de Massachusetts) a un hospital de Boston en el verano con un historial de 12 días de fiebre y dolor de garganta. El primer día de la enfermedad, fue atendida en un departamento de urgencias de Nantucket por fiebre, faringitis y linfadenopatía cervical. Se le realizó una prueba rápida de estreptococos que fue negativa, pero fue dada de alta con un tratamiento con amoxicilina por una presunta faringitis bacteriana. Continuó teniendo fiebre y desarrolló vómitos intermitentes. El cuarto día, se presentó en el departamento de urgencias, donde se observó que tenía linfadenopatía cervical persistente y faringitis. El cultivo del frotis de garganta obtenido durante la visita anterior al departamento de urgencias fue negativo, al igual que una prueba de monospot y una prueba de anticuerpos de Lyme. Su antibiótico se cambió a doxiciclina para el tratamiento empírico de las enfermedades transmitidas por garrapatas y fue dada de alta. El día 6, fue atendida nuevamente en el servicio de urgencias por síntomas similares y admitida con preocupación por un posible absceso periamigdalino, aunque la documentación indicó que su examen era más compatible con una faringitis viral. Recibió dexametasona y fue dada de alta el día 7. Permaneció afebril durante 4 días después del alta.

 

Ponente

El diagnóstico diferencial de la faringitis en niños es amplio e incluye causas infecciosas y no infecciosas. La fiebre es sugestiva de infección; los síntomas de conjuntivitis, rinitis, tos y laringitis pueden ser útiles para sugerir causas virales en lugar de bacterianas y evitar antibióticos innecesarios. Las pruebas rápidas para el antígeno estreptocócico tienen una alta especificidad, pero pueden ser falsamente negativas. En este caso, la falta de respuesta a la amoxicilina hace que la faringitis estreptocócica sea menos probable. Una prueba de monospot negativa no descarta la infección por el virus de Epstein-Barr (VEB); su sensibilidad está en el rango del 70 al 90% entre los niños mayores de 4 años de edad, pero depende del momento después de la infección. Otras causas infecciosas de adenopatía cervical en un niño de 8 años incluyen citomegalovirus (CMV), linfadenitis bacteriana (p. ej., debido a Staphylococcus aureus ) o toxoplasma (aunque la fiebre suele estar ausente). La adenitis micobacteriana no tuberculosa es poco frecuente en niños mayores de 5 años, no suele asociarse a faringitis y es de naturaleza más bien subaguda. Las causas autoinmunes o autoinflamatorias de dolor de garganta (con o sin ulceración) en niños en edad escolar incluyen el lupus eritematoso sistémico y el síndrome PFAPA (fiebre periódica, estomatitis aftosa, faringitis y adenitis cervical). Por último, no deben pasarse por alto las causas oncológicas de adenopatía cervical (p. ej., linfoma de Hodgkin).

 

Evolución

El día 11 de la enfermedad, la fiebre y los síntomas reaparecieron, incluyendo nuevos dolores de cabeza. La paciente regresó al mismo servicio de urgencias. En su examen se observó amigdalitis bilateral con exudados suprayacentes y ganglios linfáticos cervicales grandes y dolorosos. Su recuento de glóbulos blancos fue de 25.000 células por microlitro con predominio de neutrófilos. Se envió un hemocultivo. La tomografía computarizada (TC) del cuello mostró un edema periamigdalino extenso, edema de tejidos blandos bilateral con posibles abscesos y un ganglio linfático de 2,4 cm en el lado izquierdo. Cabe destacar que no estaba completamente vacunada. Había recibido una vacuna contra el tétanos, la difteria y la tos ferina acelular (Tdap), tres vacunas contra la poliomielitis, dos vacunas contra el sarampión, las paperas, la rubéola y la varicela (MMR-V), dos vacunas contra la hepatitis B y dos vacunas contra la enfermedad por coronavirus 2019, pero no una tercera dosis de la vacuna contra la hepatitis B, ninguna dosis adicional de la vacuna contra el tétanos, la difteria o la Tdap, ni ninguna dosis de la vacuna contra el rotavirus, Haemophilus influenzae tipo B, la vacuna conjugada neumocócica, la hepatitis A o la vacuna contra la gripe. Recibió una dosis de ampicilina-sulbactam en el servicio de urgencias, que se cambió a clindamicina al ingreso. Después de hablar con los especialistas locales en otorrinolaringología pediátrica, fue trasladada a nuestro hospital para considerar una intervención quirúrgica por un posible absceso periamigdalino.

 

Ponente

El estreptococo del grupo A es la causa bacteriana más frecuente de faringitis en niños y se diagnostica mediante una prueba rápida de antígenos o un cultivo. La presencia de una erupción asociada similar al papel de lija sugiere escarlatina. En este paciente, la persistencia de los síntomas a pesar del tratamiento adecuado para la faringitis estreptocócica requiere considerar otras causas infecciosas. Las causas bacterianas menos frecuentes incluyen Yersinia pestis , Francisella tularensis , Arcanobacterium haemolyticum y Fusobacterium necrophorum . Aunque no es relevante para este paciente, también se debe considerar la faringitis gonocócica o sifilítica en adolescentes sexualmente activos. Los abscesos periamigdalinos y retrofaríngeos son complicaciones importantes de la faringitis que no se deben pasar por alto. Para este paciente que no está completamente vacunado, la difteria también merece consideración. Los factores que pueden hacer sospechar la presencia de difteria incluyen viajes recientes a zonas donde la enfermedad es endémica (incluidos Haití, República Dominicana, Asia y el Pacífico Sur, Europa del Este y Oriente Medio); aparición insidiosa de la enfermedad con fiebre baja; una pseudomembrana faríngea firmemente adherida y de aspecto correoso; y apariencia tóxica con un “cuello de toro”. Esta paciente no tenía ninguna exposición identificada, y sus exudados amigdalinos y su apariencia general no eran característicos de la difteria.

 

Evolución

Al ingresar al hospital, la paciente refirió disminución de la ingesta oral, dolor de cuello, dolor de cabeza y dolor de garganta. Tenía fiebre de 41,0 °C y escalofríos. Su voz sonaba apagada. No había estridor ni babeo. Tenía hemorragias subconjuntivales bilaterales sin conjuntivitis, labios secos con eritema, eritema de la orofaringe posterior con exudado amigdalar y linfadenopatía cervical bilateral marcada sin eritema suprayacente ni dolor a la palpación. No había soplo cardíaco y el llenado capilar era normal. Las respiraciones eran tranquilas con ruidos respiratorios claros en ambos pulmones. Su abdomen estaba blando y no doloroso, sin hepatoesplenomegalia. No tenía edema en los brazos ni las piernas ni erupción cutánea.

Se inició tratamiento intravenoso con ampicilina-sulbactam y se obtuvo un nuevo hemocultivo. Se consultó al servicio de otorrinolaringología y se revisó la TC de cuello del hospital externo. El equipo del servicio consideró que no había una colección no drenable y que su enfermedad era más compatible con una faringitis bacteriana no complicada o una mononucleosis infecciosa.

El recuento de glóbulos blancos fue de 15.000 células por microlitro con 9.660 neutrófilos por microlitro y sin linfocitos atípicos, el nivel de hemoglobina de 10,5 g por decilitro con un volumen corpuscular medio de 77 fl y el recuento de plaquetas de 391.000 células por microlitro. Los resultados de las pruebas químicas de rutina estaban dentro de los límites normales. El nivel de proteína C reactiva (PCR) fue de 8,6 mg por decilitro (valor normal, ≤0,5) y el nivel de procalcitonina fue de 1,1 ng por mililitro (valor normal, ≤0,09). Un panel de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para virus respiratorios (incluido el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo) y pruebas serológicas de EBV y CMV fueron negativos. Se envió un frotis de parásitos en sangre, una prueba serológica repetida de EBV, un ensayo de PCR de adenovirus en sangre y un ensayo de PCR de Anaplasma phagocytophilum en sangre. Se consultó al servicio de enfermedades infecciosas.

 

Ponente

La leucocitosis leve, la anemia leve con bajo volumen corpuscular medio y los niveles elevados de marcadores inflamatorios sugieren un estado infeccioso o inflamatorio. Dada la fiebre prolongada sin una fuente clara, es razonable ampliar el estudio. El diagnóstico diferencial de la fiebre prolongada que no responde al tratamiento antibiótico inicial incluye no solo enfermedades infecciosas menos típicas, sino también enfermedades reumatológicas y cáncer. Una historia clínica y un examen físico minuciosos deben orientar las decisiones sobre las pruebas de laboratorio y las imágenes.

 

Evolución

El día 14 de la enfermedad, el paciente presentó una nueva sensibilidad en los senos maxilares. Una tomografía computarizada mostró agrandamiento e hiperrealce de las amígdalas con una enfermedad leve relacionada de los senos paranasales y ganglios linfáticos cervicales superiores agrandados y con realce heterogéneo con áreas de hipoatenuación. Se consideró la posibilidad de realizar una biopsia del ganglio linfático cervical, pero se pospuso mientras se realizaban otras investigaciones.

El día 15 de la enfermedad, el recuento de glóbulos blancos aumentó a 25.000 células por microlitro y el nivel de PCR a 15 mg por decilitro, a pesar de la ampicilina-sulbactam intravenosa. Debido a la preocupación por la posibilidad de una enfermedad de Kawasaki incompleta, se realizó un ecocardiograma que reveló una función normal y ninguna evidencia de dilatación de las arterias coronarias. Una ecografía abdominal que se realizó para evaluar la hidropesía de la vesícula biliar (que se puede ver en la enfermedad de Kawasaki) no mostró ese hallazgo, pero sí mostró esplenomegalia.

 

Ponente

La enfermedad de Kawasaki es una vasculitis aguda autolimitada de causa desconocida que se presenta predominantemente en niños menores de 5 años. El diagnóstico es clínico y requiere al menos 5 días de fiebre asociada con al menos cuatro de estas características clínicas: inyección conjuntival bilateral que preserva el limbo, cambios en la mucosa, linfadenopatía cervical (nódulo único >1,5 cm), exantema polimorfo y eritema e induración de las manos y los pies seguidos de descamación. La enfermedad de Kawasaki incompleta se refiere a manifestaciones que no cumplen completamente estos criterios diagnósticos. Los pacientes con enfermedad de Kawasaki pueden tener una orofaringe difusamente eritematosa, pero no suelen observarse exudados amigdalinos. La leucocitosis y los niveles elevados de marcadores inflamatorios, que esta paciente tiene, son típicos. Debido a que los aneurismas de la arteria coronaria son una complicación de la enfermedad de Kawasaki, es importante diagnosticar y tratar la enfermedad de manera temprana para prevenir secuelas cardíacas. El ecocardiograma de este paciente fue normal.

 

Evolución

El servicio de consulta de enfermedades infecciosas obtuvo un historial detallado de exposición. La paciente había tenido múltiples contactos recientes que habían recibido un diagnóstico de mononucleosis infecciosa. En casa, tenía un lagarto y un perro como mascotas, pero no pájaros ni gatos. La paciente no había viajado fuera de Nueva Inglaterra en los últimos 6 meses.

Sus padres notaron que había varios conejos muertos cerca de su casa, que la paciente pasaba mucho tiempo al aire libre y que había tenido múltiples picaduras de garrapatas ese verano. Además, la familia informó que el agua que bebían provenía de un pozo y que a principios del verano habían viajado a una reserva natural en Nantucket donde la paciente bebió de manantiales naturales. Debido a estas exposiciones y a que seguía teniendo fiebre a pesar de varios días de tratamiento con ampicilina-sulbactam, se le administró gentamicina intravenosa en una dosis de 2,5 mg por kilogramo de peso corporal cada 12 horas para el tratamiento empírico de presunta tularemia mientras se realizaban las pruebas de confirmación.

 

Ponente

Un historial de picaduras de garrapatas podría sugerir anaplasma o fiebre manchada de las Montañas Rocosas, pero no se esperaría una faringitis prominente en esas infecciones. La paciente no tiene manifestaciones específicas de la enfermedad de Lyme (p. ej., eritema migratorio, parálisis de los nervios craneales o signos de meningitis). La babesia también se transmite por picadura de garrapata y podría causar fiebre y esplenomegalia, pero tuvo un frotis de parásitos en sangre negativo. Las pruebas para otras infecciones comunes en las que podría observarse esplenomegalia (p. ej., EBV y CMV) fueron negativas. La linfadenitis necrotizante puede ocurrir en la tuberculosis y la enfermedad por arañazo de gato, pero su historial de exposición no sugirió estas infecciones. El historial de picaduras de garrapatas, la proximidad a conejos y la ingestión de agua de pozo y de manantial son pistas importantes para un posible diagnóstico de tularemia.

 

Evolución

El día 16 de la enfermedad, un radiólogo revisó las imágenes transversales anteriores y observó que los ganglios cervicales mostraban características de linfadenitis necrotizante, posiblemente compatible con tularemia. Después de 48 horas de tratamiento con gentamicina, la paciente estaba afebril, tenía una mejor ingesta oral y había reducido la linfadenopatía en el examen físico. Las pruebas de laboratorio mostraron una disminución en su recuento de glóbulos blancos y los niveles de marcadores inflamatorios. Continuó recibiendo gentamicina para una presunta tularemia orofaríngea. El día 22 de la enfermedad (después de 8 días de gentamicina), perdió el acceso intravenoso. A través de la toma de decisiones compartida con la familia y los médicos tratantes, se le cambió a ciprofloxacino oral (250 mg dos veces al día) y se le dio el alta para que completara un ciclo total de tratamiento con antibióticos de 10 días.

 

Ponente

Tradicionalmente, se han utilizado aminoglucósidos y tetraciclinas para tratar la tularemia; los betalactámicos son ineficaces. La gentamicina es el fármaco preferido para el tratamiento de la tularemia grave. En los casos más leves, o una vez que un paciente con enfermedad grave ha tenido una buena respuesta clínica, se pueden administrar fluoroquinolonas o doxiciclina por vía oral para completar la terapia.

 

Evolución

Tres días después del alta, se informó que una prueba de anticuerpos contra F. tularensis dio positivo con un título de 1:1280 (rango de referencia, <1:20). Se notificó a la familia y se informó que la paciente había completado el tratamiento con antibióticos y se sentía bien, con una disminución de la hinchazón del cuello (se presume que se está resolviendo la linfadenopatía) y sin síntomas residuales.

 

 

Comentario

Esta paciente acudió a nuestro hospital con 11 días de enfermedad que incluía fiebre, faringitis y linfadenopatía cervical. Inicialmente, se pensó que tenía una infección viral o bacteriana común, pero no respondió a la terapia antibiótica de rutina. Después de una historia clínica detallada que reveló exposición a conejos y garrapatas e ingestión de agua de pozo y de manantial, se presumió el diagnóstico correcto de tularemia orofaríngea, lo que llevó a una terapia dirigida que resultó en la resolución de los síntomas.

La tularemia, también conocida como fiebre del conejo, enfermedad del cazador y fiebre del ciervo, entre otras, es una infección zoonótica poco común que es endémica en varios continentes, incluidos América del Norte, Europa y Asia. 1 La tularemia es causada por varias subespecies de F. tularensis , un cocobacilo gramnegativo, intracelular facultativo y aeróbico; F. tularensis subespecie tularensis es la subespecie más virulenta. En los Estados Unidos, la tularemia es más frecuente en los estados del centro-sur y del oeste y es relativamente poco común en Massachusetts. Sin embargo, los casos notificados en Massachusetts suelen ocurrir en Cape Cod, Martha's Vineyard o Nantucket, generalmente durante el verano y principios del otoño. 2 A medida que el cambio climático afecta a los animales hospedadores y a los insectos vectores, se espera que aumenten la distribución geográfica y la incidencia de las enfermedades transmitidas por garrapatas (incluida la tularemia) y otras enfermedades zoonóticas. 3-5

La tularemia se manifiesta en seis síndromes clínicos: ulceroglandular, glandular, oculoglandular, orofaríngeo, neumónico y tifoideo. La enfermedad ulceroglandular es la más común, mientras que el síndrome tifoideo tiene la mortalidad más alta. 6 El síndrome en la presentación se corresponde con el modo de adquisición del organismo causal ( Figura 1 ). La tularemia orofaríngea es poco común en los Estados Unidos. Ocurre después de la transmisión del organismo por ingestión de alimentos contaminados (p. ej., carne de conejo poco cocida) o agua (p. ej., liberada en manantiales o agua de pozo de animales infectados). 7 Debido a que ninguno de los miembros de la familia del paciente era sintomático, parece más probable que la fuente de agua contaminada fuera el manantial natural del que bebía la paciente, en lugar del agua del pozo de la casa. Las medidas de prevención de salud pública en el contexto de los casos diagnosticados de tularemia orofaríngea pueden incluir pruebas y tratamiento de fuentes de agua municipales o privadas. La tularemia orofaríngea es difícil de diagnosticar porque tiene manifestaciones inespecíficas caracterizadas por dolor de garganta, linfadenopatía cervical y amigdalitis; en algunos casos, hay una membrana blanco grisácea que afecta la pared faríngea posterior y las estructuras circundantes, que puede imitar los hallazgos de otras enfermedades infecciosas (p. ej., faringitis por estreptococo del grupo A o A. haemolyticum ).

 


Figura 1. Tularemia: modos de adquisición y manifestaciones.

El síndrome de presentación se corresponde con el modo de adquisición del organismo. La tularemia ulceroglandular y glandular se produce principalmente a través de la picadura de artrópodos infectados (p. ej., garrapatas y tábanos) o el contacto con animales infectados (p. ej., conejos y roedores). Los pacientes con la forma ulceroglandular presentan una úlcera cutánea en el sitio de entrada, acompañada de agrandamiento de los ganglios linfáticos regionales; la enfermedad glandular es similar pero sin úlcera. La tularemia orofaríngea se produce después de la transmisión del organismo por ingestión de alimentos o agua contaminados (p. ej., liberados en manantiales o agua de pozo de animales infectados). La tularemia neumónica se produce después de la inhalación de bacterias aerosolizadas y se manifiesta con fiebre, tos y dificultad respiratoria. La tularemia tifoidea se adquiere por las mismas vías que otras formas y se caracteriza por síntomas sistémicos sin ningún síntoma localizado de las otras manifestaciones.

 

El diagnóstico definitivo de la tularemia se basa en pruebas microbiológicas. Un caso confirmado requiere el aislamiento del organismo en una muestra clínica o un cambio en el título de anticuerpos séricos por un factor de cuatro o más entre las muestras de suero agudas y convalecientes. Un caso se considera probable cuando un paciente tiene una presentación clínicamente compatible y un único título elevado de anticuerpos de más de 1:160 o detección por inmunofluorescencia o ensayo de PCR a partir de una muestra clínica. En el caso de este paciente, el título muy alto y la respuesta rápida a los antibióticos apropiados respaldan aún más el diagnóstico. La seroconversión generalmente ocurre solo después de 2 a 3 semanas, por lo que es posible que no haya un título elevado de anticuerpos si un paciente se somete a la prueba al principio del curso de la infección. 2,8 Los títulos alcanzan su punto máximo de 4 a 6 semanas después del inicio de los síntomas y disminuyen lentamente con el tiempo, pero pueden permanecer detectables durante años. 9 Los hemocultivos rara vez son positivos en la tularemia 10 ; se obtuvieron en esta paciente al principio de su investigación clínica para descartar bacteriemia por patógenos más típicos. Sin embargo, en pacientes con sospecha de tularemia, se debe notificar al laboratorio sobre esta sospecha cuando se envíe cualquier cultivo; el organismo es altamente virulento y el personal de laboratorio que manipula muestras debe tomar precauciones especiales para evitar adquirir la infección.

La gentamicina es el tratamiento de elección para la tularemia grave tanto en adultos como en niños, y la experiencia clínica con este agente respalda que es muy eficaz. 11,12 En los casos más leves, se pueden administrar fluoroquinolonas o doxiciclina por vía oral para completar la terapia. Se ha demostrado que la ciprofloxacina es eficaz para el tratamiento de niños con tularemia. 13 Se recomienda una duración de diez días de la terapia con gentamicina o ciprofloxacina si un paciente tiene una respuesta clínica adecuada. Dados los estudios que muestran una mayor probabilidad de fracaso terapéutico con doxiciclina que con fluoroquinolonas, 14 los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan una duración de 14 a 21 días si se utiliza doxiciclina. 8 La probabilidad de fracaso clínico aumenta cuando el diagnóstico y el tratamiento se retrasan más de 16 días de enfermedad y, en tales casos, puede estar justificada una intervención quirúrgica (p. ej., desbridamiento o drenaje de un ganglio linfático necrótico o un absceso asociado).

Este caso resalta el valor de un historial de exposición detallado y la importancia de mantener un diagnóstico diferencial amplio en los casos en los que la terapia antibiótica inicial no produce la respuesta esperada.

 

Traducción de:

Going Down the Rabbit Hole

Authors: Kendall J. Burdick, M.D. https://orcid.org/0000-0002-0565-4308, William Ealick, M.D., M.P.H., Hector Vargas Acevedo, M.D., Theodore C. Sectish, M.D., and Thomas J. Sandora, M.D., M.P.H.Author Info & Affiliations

N Engl J Med 2024;391:454-459

lunes, 2 de septiembre de 2019

Cual es el diagnóstico? Mielinolisis central pontina.

La RMN revela mielinolisis central pontina, con una lesión bien definida en la protuberancia de baja intensidad de señal en T-1, con indemnidad de los tractos ventro lateral y cortical; no hay efecto de masa ocupante de espacio ni distorsión del cuarto ventrículo adyacente. La mielinolisis central pontina es una condición desmielinizante no inflamatoria, de la sustancia blanca central, originalmente descripta en pacientes con alcoholismo crónico. Actualmente se ve más en cuadros asociados a corrección rápida de estados de hiponatremia con soluciones hiperosmolares

NEJM Image Challenge
“The New England Journal of Medicine” 



Mielinolisis central pontina.
Adams y col describieron la mielinolisis central pontina (MCP) como una entidad única. Ellos publicaron su hallazgo en 1958, observando que pacientes que sufrían de alcoholismo o malnutrición, desarrollaban cuadriplejía espástica, parálisis seudobulbar, y variado grado de encefalopatía o coma, por una desmielinización no inflamatoria centrada en la protuberancia.Actualmente se reconoce a la MCP como secundaria a hiponatremia prolongada, particularmente si se corrige demasiado rápidamente. Por lo tanto, se requiere un juicioso tratamiento de los disturbios electrolíticos para reducir la incidencia de MCP.

Fisiopatología

La MCP es una desmielinización no inflamatoria frecuentemente simétrica, generalmente localizada en la base de la protuberancia, aunque en al menos 10% de los pacientes puede tener localizaciones extrapontinas como mesencéfalo, tálamo, núcleos de la base y cerebelo. El mecanismo exacto de la desmielinización es desconocido. La hiponatremia crónica está asociada con pérdida de osmolitos para proteger al cerebro del edema cerebral. Sin embargo, los osmolitos no pueden ser rápidamente reemplazados cuando el cerebro se "encoge" en respuesta a la elevación de la concentración plasmática de sodio. Como resultado de ello, el volumen cerebral cae desde un valor por encima de lo normal hasta un volumen por debajo de lo normal como consecuencia de la corrección rápida de la hiponatremia.
Estudios realizados en ratas mostraron que la desmielinización primaria ocurre en áreas del cerebro que son más lentas en reacumular osmolitos después de la corrección rápida de la hiponatremia.
Un posible mecanismo es que el “encogimiento” osmótico de las células endoteliales, abre la barrera hemato encefálica, permitiendo la entrada de complemento y de otros componentes citotóxicos plasmáticos al sistema nervioso central. Alternativamente, un aumento inicial de la concentración de cationes celulares debido a la entrada de sodio y potasio a las células durante la recuperación, puede injuriar directamente las células cerebrales causando apoptosis.

Clínica
Un caso típico se presenta como sigu
e:

1) Se diagnostica hiponatremia en una persona que se presenta al departamento de emergencias con delirio.
2) Se comienza tratamiento con líquidos intravenosos y el sodio sérico se normaliza durante las primeras 24 hs de tratamiento.
3) El estado mental del paciente mejora, y se recupera el estado de alerta. Sin embargo, esto es seguido por deterioro neurológico después de 48 a 72 hs.
4) En el examen neurológico se constata confusión, parálisis de la mirada horizontal y cuadriplejía espástica.
5) La RMN revela intensa desmielinización simétrica en la base de la protuberancia

Examen físico
1) El hallazgo mas específico de MCP es la parálisis seudobulbar y la cuadriplejía espástica causada por desmielinización del haz corticoespinal y corticobulbar en su paso por la protuberancia. La parálisis seudobulbar se caracteriza por debilidad de cabeza y cuello, disfagia y disartia. La cuadriplejía espástica se caracteriza por aumento del tono asociado a pérdida de fuerzas de los cuatro miembros. Hay reflejos hiperactivos y Babinski bilateral. Hay parálisis de la mirada horizontal. La parálisis de la mirada vertical es secundaria a desmielinización extendida a mesencéfalo. El coma o el delirio son el resultado de la desmielinización del tegmento pontino y/o tálamo. Una lesión amplia de la base de la protuberancia puede causar el llamado “síndrome del cautiverio” (“locked-in síndrome”) que incluye parálisis de los pares craneales y de los cuatro miembros, conservando el parpadeo, los movimientos verticales, la respiración y la vigilia en estado de alerta.
2) El delirio y el coma son comunes.

Causas:
Las condiciones predisponentes a MCP incluyen alcoholismo, enfermedad hepática, malnutrición e hiponatremia.
Los factores de riesgo para MCP en pacientes hiponatrémicos incluyen:
· Sodio sérico de menos de 120 meq/l por más de 48 hs.
· Agresiva terapia con soluciones hipertónicas..
· Desarrollo de hipernatremia durante el tratamiento.

Muchos pacientes con severa hiponatremia que se corrige rápidamente no desarrollan MCP. Por lo tanto debe haber otros factores desconocidos.
Los pacientes con un episodio agudo de hiponatremia que se corrige antes de 24 hs no tienen riesgo de desarrollar MCP.
Algunos pacientes presentan MCP después de corregir hipernatremias agudas.
La MCP a veces complica a la cirugía de transplante hepático.
Los pacientes quemados con prolongados períodos de hiperosmolaridad están predispuestos a MCP.

Laboratorio: 
>
· El análisis del líquido cefalorraquídeo probablemente no sea necesario cuando la etiología y el diagnóstico son obvios.
· Los estudios de LCR pueden demostrar aumento de la presión de apertura, proteínas elevadas, o pleocitosis mononuclear.

Imágenes:
La RMN o la TAC de tronco cerebral pueden no revelar una alteración anatómica obvia, por lo menos en tempranamente. Por lo tanto, el examen neurológico es indispensable.
La RMN es la modalidad de elección. Típicamente en T2 las lesiones son hiperintensas o brillantes en las zonas donde ocurrió desmielinización con aumento de contenido de agua.

Otros tests:

El EEG puede mostrar un enlentecimiento bihemisférico.
Los potenciales evocados del tronco cerebral pueden revelar anormalidades que las neuroimágenes no muestran.

Hallazgos histológicos:

Hay una relativa preservación de los axones y las neuronas que los rodean dentro de las áreas de desmielinización y una reducción asociada de la oligodendroglia.

Tratamiento:
El tratamiento es solo de sostén.
Corregir la hiponatremia a una tasa de 10 umol/L/24 hs; evitar la hipernatremia.
Los pacientes alcohólicos deben recibir suplementos de vitaminas y evaluación del estado nutricional. 


Referencias bibliográficas:
1) Adams RD, Victor M, Mancall EL. Central pontine myelinolysis: a undescribed disease occurring in alcoholic and malnourished patients. AMA Arch Neurol Psychiatry. Feb 1959;81(2):154-72. 
[Medline]hitherto .
2) DeWitt LD, Buonanno FS, Kistler JP, et al. Central pontine myelinolysis: demonstration by nuclear magnetic resonance. Neurology. May 1984;34(5):570-6. 
[Medline].
3) Haspolat S, Duman O, Senol U, Yegin O. Extrapontine myelinolysis in infancy: report of a case. J Child Neurol. Nov 2004;19(11):913-5. 
[Medline].
4) Karp BI, Laureno R. Pontine and extrapontine myelinolysis: a neurologic disorder following rapid correction of hyponatremia. Medicine (Baltimore). Nov 1993;72(6):359-73. 
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5) Laureno R, Karp BI. Myelinolysis after correction of hyponatremia. Ann Intern
Med. Jan 1 1997;126(1):57-62
6) Martin RJ. Central pontine and extrapontine myelinolysis: the osmotic demyelination syndromes. J Neurol Neurosurg Psychiatry. Sep 2004;75 Suppl 3:iii22-8. 
[Medline].
7) Singh N, Yu VL, Gayowski T. Central nervous system lesions in adult liver transplant recipients: clinical review with implications for management. Medicine (Baltimore). Mar 1994;73(2):110-8. 
[Medline].

martes, 4 de diciembre de 2018

Cual es su diagnostico

Cuál es el diagnóstico? Babesiosis.

Este paciente, de 38 años, HIV positivo y con antecedentes de esplenectomía por accidente automovilístico 4 años antes se presentó a la consulta por escalofrios, fiebre de 39ºC, cefalea y artromialgias intensas de 72 horas de duración. Se agregaron nauseas vómitos dolor abdominal por lo que quedó internado. Al técnico de laboratorio le llamó la atención una alarma del contador automatizado por lo que envió al hematólogo un frotis de sangre periférica.

Diagnóstico: Babesiosis


Figura 1 Se observa el parásito intraeritrocitario con la característica forma en cruz de Malta. Esta división en tétradas es característica de la babesiosis.
Figura 2:Ixodes scapularis, o ixodes dammini (garrapata transmisora de la Babesiosis y de la enfermedad de Lyme) La garrapata de los ciervos o garrapata de patas negras (Ixodes scapularis) es una especie de ácaro de la familiaIxodidae. Es una garrapata de cuerpo duro propia del este y del mediooeste norte de EE. UU. Es un vector de varias enfermedades de animales y de humanos (e.g., enfermedad de Lymebabesiosisehrliquiosis, etc).
La Babesiosis humana es una emergente enfermedad zoonótica transmitida por garrapatas. La Babesia es un parásito de amplia distribución mundial en animales que parasita los glóbulos rojos de animales domésticos y salvajes.
La Babesiosis humana es mucho menos frecuente que la animal y ocurre en zonas geográficas limitadas, donde hay abundancia del vector transmisor.
Las manifestaciones de la Babesiosis humana van desde la infección asintomática hasta la enfermedad severa y muerte en pacientes esplenectomizados y la gravedad del cuadro depende de la cantidad de glóbulos rojos parasitados.
De las mas de 70 especies de Babesia, las infecciones humanas son principalmente debidas a Babesia microti(encontrada solo en Estados Unidos), y Babesia boris (encontrada solo en Europa).
La garrapata que la transmite es Ixodes scapularis, también llamada Ixodes dammini, que es el mismo vector que transmite Borrelia burgdorferi, el agente etiológico de la enfermedad de Lyme. Estas enfermedades son mas prevalentes en los meses de primavera y verano, época en que las garrapatas son mas activas.
Los esporozoitos entran al torrente circulatorio del huésped por la picadura de la garrapata y se incorporan al eritrocito. Evolucionan a trofozoitos que a su vez derivan en 2 a 4 merozoitos por división asexuada. A medida que estos merozoitos dejan el eritrocito la membrana del mismo es dañada. El mecanismo preciso de la hemólisis no se conoce, pero a diferencia del Plasmodium la hemólisis masiva no ocurre. El bazo ejerce un rol crítico en la defensa contra esta infección secuestrando los eritrocitos parasitados, y de ahí la severidad en pacientes esplenectomizados.
La activación del complemento por Babesia puede conducir a la generación de TNF e IL-1. La generación de estos mediadores por macrófagos puede explicar muchos de los hallazgos de la enfermedad como fiebre, anorexia, artralgias y mialgias. Así como el shock fulminante descripto en esplenectomizados.El período de incubación después de la picadura va de 1 a 3 semanas pero puede prolongarse a 9 semanas. Los pacientes con bazo intacto suelen tener mas de 50 años y generalmente mas de 60 años, sugiriendo que la edad juega un rol importante .
Los síntomas iniciales son inespecíficose incluyen malestar, fatiga, anorexia, esclofrios, fiebre sostenida o intermitente que puede alcanzar los 40ºC, cefalea, artralgias, mialgias, nauseas, vómitos, dolor abdominal, orinas oscuras, fotofobia, inyección conjuntival, odinofagia, tos y sudoración. En algunos pacientes no tratados la Babesiosis puede durar meses. La infección subclínica puede recrudecer espontáneamente después de una esplenectomía o de terapia inmunosupresora.En el examen físico puede haber hepatoesplenomegalia, petequias, equimosis, y rash similar al eritema crónico migrans (característico de la enfermedad de Lyme), puede haber ictericia y distress respiratorio agudo.El diagnóstico diferencial es con enfermedad de Lyme y paludismo.
En el laboratorio, hay anemia hemolítica, disminución del nivel de haptoglobina sérica y reticulocitosis. La anemia puede ser severa. El porcentaje de eritrocitos parasitados es de 1 a 10% generalmente aunque puede llegar a 85%. Los glóbulos blancos suelen estar descendidos o normales. Puede haber trombocitopenia, la VSG puede estar elevada. Puede haber una reacción de Coombs positiva. En la orina puede haber proteinuria y hemoglobinuria. Y puede haber aumento de bilirrubina, FAL , TGO, TGP, LDH.
El diagnóstico usualmente se hace por examen microscópico de un frotis coloreado con Giemsa o Wright. La Babesia puede confundirse con plasmodium sobre todo con los anillos del P falciparum . La tétrada en la división del parásito como se ve en la figura principal en el centro del extendido, dando una forma de cruz es patognomónica de la Babesiosis. Esta es la llamada cruz de malta.
En la infección severa puede verse Babesia fuera de los glóbulos rojos. Existe un test de investigación de anticuerpos por Inmunogluorescencia indirecta para el diagnóstico de Babesiosis, y los títulos de >de 1/256 son diagnósticos de infección reciente. La mayoría delos pacientes tienen títulos de > de 1/1024 dentro de pocas semanas de adquirida la infección.
Recientemente una prueba con PCR aumentó la sensibilidad de detección.
El tratamiento aconsejado es Clindamicina 300 a 600 mg/6 hs IV/IM, y Quinina oral 650 mg durante 7 a 10 dias.Como alternativa o en fracasos con el régimen

viernes, 30 de noviembre de 2018

Cual es el diagnóstico

Cuál es el diagnóstico? Hipertensión Maligna.

Estos dos pacientes tienen la misma enfermedad de base.

Diagnóstico:

Hipertensión Maligna.



La imagen retiniana muestra inflamación del disco óptico con exudados algodonosos, y un desprendimiento inferior de retina. La presión del paciente era de 220/150 mmHg. El patrón de acumulación de líquidos subretinianos y desprendimientos exudativos son altamente específicos de hipertensión maligna

























El hallazgo cardinal de la hipertensión maligna es el edema de papila, que aparece como borroso y con elevación de los bordes del disco. Esta imagen también demuestra una hemorragia en llama y venas dilatadas.



Fuente:

NEJM Image Challenge
The Merck Manual of Geriatrics

sábado, 24 de febrero de 2018

Cual es su diagnostico

Cual es el diagnóstico? Candidiasis hepatoesplénica


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Esta mujer de 19 años fue sometida a cinco ciclos de quimioterapia por leucemia mielomonocítica que había sido diagnosticada 7 meses antes. Durante el último ciclo desarrolló neutropenia que duró 22 días, durante los cuales tuvo fiebre tratada con ATB empíricos. Al recuperar el nivel de neutrófilos la fiebre persistió. Su evaluación fue notable por picos de 39,5ºC de temperatura y FAL sérica de 335U/l. Una TAC de abdomen mostró múltiples lesiones hipodensas en hígado y bazo (hallazgo compatible con microabscesos hepatoesplénicos, (Figura A, flechas). La falta de diagnóstico definitivo por otros métodos y la persistencia de fiebre llevaron a practicar una laparoscopía diagnóstica para obtener muestras para anatomía patológica y cultivos de las lesiones (Figura B, flechas). Diagnóstico?
El agente causal fue identificado como Candida Albicans. Fue tratada con Fluconazol y después de 1,5 meses de terapia su temperatura corporal fue normal. Su FAL descendió a 185 U/l y en la TAC de abdomen se observó una disminución del tamaño de las lesiones del hígado y bazo. Dos meses mas tarde fue sometida a transplante de médula ósea. Quince meses después la leucemia recurrió y la paciente falleció por complicaciones de la enfermedad. El diagnóstico de candidiasis hepatoesplénica es a menudo dificultoso de realizar debido a la presentación inespecífica. Fiebre de origen inexplicable que no responde a los ATB, en pacientes con inmunocompromiso debe evocar la posibilidad de infección invasiva por hongos. Fuente:
Nermin Halkic, M.D. Riadh Ksontini, M.D. University of Lausanne Medical School CH-1101 Lausanne, Switzerland

Cual es su diagnostico

Cual es el diagnóstico? Perforación uterina por DIU


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Esta mujer de 60 años originaria de Somalia se presentó a la consulta en el departamento de emergencias por dolor en el hemiabdomen superior.Entre sus antecedentes figuraban la colocación de un dispositivo intrauterino (DIU) mientras estaba viviendo en Somalia Después de la colocación del DIU ella siguió teniendo hijos. La Rx de abdomen muestra un DIU en el cuadrante superior izquierdo. Posteriormente se arribó al diagnóstico de colecistitis aguda. Durante la laparoscopía llevada a cabo por la colecistitis el DIU fue removido.
La incidencia de perforación uterina y migración de DIU es de aproximadamente 1 a 2 casos por cada mil inserciones. Durante el puerperio, cuando el útero es pequeño y fino, hay un aumento del riesgo de perforación. La perforación es a menudo silente, y es detectado solo por injuria a otros órganos o fortuitamente en una Rx obtenida por otro motivo
Fuente:
Fred C. Cobey, M.D., M.P.H. Hiroo Takayama, M.D. University of Washington Seattle, WA 98195

martes, 31 de octubre de 2017

Cual es su diagnostico

Cual es el diagnóstico? Fibras nerviosas retinianas mielinizadas


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Un hombre de 42 años se presentó para un examen de rutina. El clínico llevo a cabo dentro de su examen un fondo de ojo y obtuvo el hallazgo que muestra la imagen. El paciente no tiene síntomas visuales, una vision 20/20 en ambos ojos. Cual es el diagnóstico mas probable?


La imagen muestra una nube amarilla rodeando ambos discos ópticos de este paciente de 42 años. Su agudeza visual y el examen del segmento anterior de ambos ojos son normales. El diagnóstico es fibras nerviosas retinianas mielinizadas, anomalía en que la mielina aparece mas allá de la lámina cribosa o la cabeza del nervio óptico, en las fibras ópticas del disco óptico y la retina. Las fibras mielinizadas parecen parches blancos estriados de bordes desflecados causados por la mielinización de los axones . Estas fibras mielinizadas se ven en el 1% de la población y mimetizan edema de papila; un elemento importante en la diferenciación es la ausencia de apariencia desflecada o desplumada en el edema de papila. La aparición es bilateral en el 17% al 20% de los casos. Es un hallazgo clínico curioso que no merece ningún tipo de seguimiento o control.

Cual es su diagnostico

Cual es el diagnóstico? Candidiasis hepatoesplénica


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Esta mujer de 19 años fue sometida a cinco ciclos de quimioterapia por leucemia mielomonocítica que había sido diagnosticada 7 meses antes. Durante el último ciclo desarrolló neutropenia que duró 22 días, durante los cuales tuvo fiebre tratada con ATB empíricos. Al recuperar el nivel de neutrófilos la fiebre persistió. Su evaluación fue notable por picos de 39,5ºC de temperatura y FAL sérica de 335U/l. Una TAC de abdomen mostró múltiples lesiones hipodensas en hígado y bazo (hallazgo compatible con microabscesos hepatoesplénicos, (Figura A, flechas). La falta de diagnóstico definitivo por otros métodos y la persistencia de fiebre llevaron a practicar una laparoscopía diagnóstica para obtener muestras para anatomía patológica y cultivos de las lesiones (Figura B, flechas). Diagnóstico?
El agente causal fue identificado como Candida Albicans. Fue tratada con Fluconazol y después de 1,5 meses de terapia su temperatura corporal fue normal. Su FAL descendió a 185 U/l y en la TAC de abdomen se observó una disminución del tamaño de las lesiones del hígado y bazo. Dos meses mas tarde fue sometida a transplante de médula ósea. Quince meses después la leucemia recurrió y la paciente falleció por complicaciones de la enfermedad. El diagnóstico de candidiasis hepatoesplénica es a menudo dificultoso de realizar debido a la presentación inespecífica. Fiebre de origen inexplicable que no responde a los ATB, en pacientes con inmunocompromiso debe evocar la posibilidad de infección invasiva por hongos. Fuente:
Nermin Halkic, M.D. Riadh Ksontini, M.D. University of Lausanne Medical School CH-1101 Lausanne, Switzerland